ACTITUD DESAFORTUNADA

Morgana Vargas Llosa o cómo la cultura no es sinónimo de buena educación (con los medios)

Morgana Vargas Llosa en París. / Gtres
Morgana Vargas Llosa en París. / Gtres
  • Diana Torres
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No cabe duda de que, durante la pasada semana, todos los focos mediáticos apuntaron hacia Mario Vargas Llosa y su familia, y no es para menos. Era el pasado jueves,9 de febrero, cuando el Premio Nobel y sus allegados (incluido Juan Carlos I) se desplazaban hasta París para dar pistoletazo de salida a la ceremonia de ingreso en la Academia Francesa del escritor. Una buena nueva que fue mucho más polémica de lo que se podía llegar a imaginar, teniendo a la ex del peruano y a sus hijos como principales protagonistas.

Morgana Vargas Llosa junto a su madre, Patricia. / Gtres

Morgana Vargas Llosa junto a su madre, Patricia, yendo de compras por Madrid. / Gtres

Pese a que el ex de Isabel Preysler alargó su visita a la ciudad de la luz para llevar a cabo una cena junto al Rey emérito de España, Emmanuel Macron y su esposa Brigitte; sus seres queridos pusieron rumbo a Madrid unas horas antes, donde un aluvión de prensa esperaba como agua de mayo su llegada. Lo que tal vez los periodistas no pudieron llegar a imaginar es que, una de las hijas de Mario Vargas Llosa, Morgana, se enfrentaría a ellos de una manera que no ha pasado desapercibida dentro del universo 2.0. Y es que, cuando los reporteros preguntaban a ella y a su madre sobre los días vividos en París, Morgana aprovechaba para tapar las cámaras e intentar que los profesionales no pudieran hacer su trabajo con los micrófonos: «Basta. ¿No entienden la palabra ‘lárguense’? Basta», repetía en diversas ocasiones. Una actitud quizá un tanto exagerada con la prensa por la que ha sido duramente criticada.

Morgana Vargas Llosa en Madrid. / Gtres

Morgana Vargas Llosa paseando en familia por Madrid. / Gtres

Como no podía ser de otra manera, en distintos platós de televisión no han tenido reparo en hablar sobre las formas con las que actuaba Morgana Vargas Llosa. Este era el caso de Ya es mediodía, programa en el que Joaquín Prat sacaba el tema para considerar que la reacción de la hija de Mario había sido un tanto desorbitada, llegando a calificarla como «rottweiler». Unas palabras con las que su compañera, Alexia Rivas, estaba especialmente de acuerdo, razón por la que enviaba un mensaje a la hija del Premio Nobel totalmente tajante: «Morgana, te quiero decir una cosa: los periodistas llevan micrófonos. No son peligrosos, no te van a hacer daño, no te van a morder. Esta señora parece sacada de Hermano Mayor (…) Esto es el ejemplo de que la cultura no es igual a la educación. No es digna hija de un Nobel. Tiene cero inteligencia emocional esta mujer», zanjaba, para después seguir hablando sobre el asunto con cierta decepción hacia la protagonista. No obstante, otros rostros conocidos como el de Alba Carrillo no consideraban tan grave las circunstancias, admitiendo que el ex de la conocida como «reina de corazones» siempre se ha portado bien públicamente con la prensa, motivo por el que no se le debería señalar únicamente porque su hija haya obrado de una manera totalmente distinta a la que él acostumbra.

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