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Lucía Etxebarria habla en un crudo hilo de Twitter sobre las dos violaciones que sufrió

Lucía Etxebarria
Lucía Etxebarria en una imagen de archivo / Gtres
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El asesinato de la joven Laura Luelmo ha removido a toda la sociedad. Anónimos y rostros conocidos se han lanzado a las redes sociales para volver a pronunciar un sonoro ‘basta ya’ que ha provocado que la escritora Lucía Etxebarria haya creado en su cuenta personal de Twitter «el hilo más fuerte» de su vida para narrar las dos violaciones que ha sufrido en su vida. ¿El motivo? «Porque me han tocado los ovarios y porque sé que el silencio no protege». Y así de cruda ha desvelado a todo aquel que quiera leerla cómo sufrió años de abusos sexuales y una violación en Marruecos cuando tenía 40 años.

La autora de ‘Beatriz y los cuerpos celestes’ comienza recordando una de las etapas más oscuras de su vida, los abusos sexuales que sufrió desde los 11 a los 14 años, y de los que ya había hablado en el libro ‘Por qué el amor nos duele tanto’. Según explica, «los y las supervivientes de abuso sexual desarrollamos un patrón muy típico, el de SEPT (Síndrome de Estrés Post Traumático). Cursa con autolesiones, trastorno alimentarios, baja autoestima, intentos de sucidio, desrealización, fugas disociativas. Puedo marcar todas las casillas, las he vivido todas».

Unas secuelas entre las que se encuentran un alcoholismo que nunca ha negado, y que no solo sufrió cuando era una niña, sino en su plena madurez pues, también revela que a los 40 años sufrió otra violación. «A los 40 años estaba corriendo por una playa en Marruecos, una playa privada con seguridad. Un hombre salió de detrás de una duna y me puso un cuchillo en la garganta. Primero me violó. Yo no me moví. Después iba a seguir, pero una pareja apareció corriendo por el horizonte. Él se fue. Supongo que si no llega a aparecer esa gente, me habría matado».

Lucía asegura que intentó denunciar el caso ante la policía marroquí, pero que no la hicieron caso. Sus esperanzas estaban en el Consulado que, sin denuncia, tampoco podía hacer nada. Al final, todo se lo agradeció a una «médica musulmana, con hiyab, me hizo caso y me dio la píldora del día siguiente».

Sin duda, recordar el episodio no ha sido un buen trago para Etxebarria, pero la rabia por el asesinado de Laura Luelmo ha podido más. «Cuando voy a visitar a mi madre a veces veo al hombre que me sedujo de niña. No siento absolutamente nada, de verdad. Nada. Es como si tuviera hielo en ese recuerdo. Pero cuando veo historias como la de Laura sé que podría haber sido yo».

Un durísimo testimonio que termina con un mensaje que, por las reacciones, ha calado hondo en sus miles de seguidores: «Lo que quiero que sepas es: fui yo, fue Laura, puedes ser tú, puede ser tu hija o hijo. Esta lucha es de todas y debería ser de todos. Por eso #LauraSomosTodas. Porque todas las que hemos pasado por una agresión sexual y todas las que hemos temido por nuestra vida nos aterrorizamos cada vez que se habla del tema. Por eso sé que el silencio no protege a nadie», finaliza.

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