HABLAN LOS EXPERTOS

Cirujanos critican el rostro ‘deformado’ de Jorge Javier: "Tiene ansiedad por ser el centro de atención"

Un lifting facial (también llamado ritidectomía) es una cirugía estética cuyo objetivo es rejuvenecer el rostro

Lo que hace, básicamente, es recolocar y tensar los tejidos blandos que, con la edad, van cayendo o perdiendo firmeza

El resultado natural suele apreciarse entre los 3 y 6 meses, e incluso un año hasta estar completamente asentado

Jorge Javier, convertido en meme nacional tras su esperado regreso a Telecinco.
Jorge Javier, convertido en meme nacional tras su esperado regreso a Telecinco.
  • Rosa Torres
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Durante siglos, envejecer se entendía como un tránsito hacia la serenidad y la sabiduría. Hoy, en cambio, para muchos rostros expuestos a la televisión y a las redes sociales, envejecer se percibe como una amenaza: la pérdida de atractivo, el juicio de la audiencia, el miedo a dejar de estar en el foco. El caso de Jorge Javier Vázquez, que a sus 55 años ha reaparecido en Telecinco con un rostro visiblemente alterado tras someterse a un lifting, se ha convertido en el último ejemplo de esta tensión entre biología, espectáculo y vanidad.

La reacción no se ha hecho esperar. En redes sociales, las comparaciones —“se parece a Abraham Mateo”, “tiene cara de malo”, “ahora podría hacer pareja con Leticia Sabater”— se mezclan con memes crueles y bromas virales. La teatralidad con la que el presentador ocultó su aspecto durante el estreno de Supervivientes: All Stars —cubriéndose con sombrero, gafas de sol, mascarilla y hasta un fular, en un gesto casi paródico de Greta Garbo— solo avivó la expectación. Finalmente, levantó el velo en El diario, consciente de que todo el país estaba pendiente de lo que hoy se ha convertido en la “nueva topografía” de su rostro.

Jorge Javier, convertido en meme nacional tras su esperado regreso a Telecinco.

“Se ha quedado muñeca”: las redes se ceban con el nuevo rostro de Jorge Javier Vázquez

Lo que se ha hecho es una cirugía estética destinada a rejuvenecer el rostro mediante el reposicionamiento y tensado de los tejidos blandos, especialmente en la zona media e inferior: mejillas, mandíbula y cuello. Con el paso del tiempo, la piel pierde firmeza y los músculos faciales ceden; el lifting elimina el exceso de piel y recoloca lo que ha caído, devolviendo tersura y definición a las facciones. Justo después de la operación es normal que aparezcan hinchazón, moratones y cierta rigidez, efectos que pueden prolongarse durante semanas. En teoría, no se trata de cambiar de cara, sino de borrar parte de las huellas que deja el tiempo y devolver frescura y armonía al rostro. El problema es que, en su caso, el resultado provisional ha sido tan radical que muchos aseguran que parece otra persona.

«Un error precipitar la vuelta»

De presentador a trending topic: Jorge Javier reaparece irreconocible y llena X de memes.

De presentador a trending topic: Jorge Javier reaparece irreconocible y llena X de memes.

Entre quienes han opinado con franqueza se encuentra el doctor Leo Cerrud, de Ma Belle Clinique, un centro médico estético ubicado en pleno barrio Salamanca, en Madrid. En una charla con Look, no dudó en señalar el trasfondo mediático de la operación.

“Quizá ha sido un error precipitar la vuelta a la pantalla, porque es imposible mostrar resultados definitivos en apenas un mes. Pero también es evidente que detrás de todo esto hay un componente mediático: generar controversia, que se hable de él, aunque sea en negativo. Y lo cierto es que está funcionando. Hoy todos comentan su rostro, lo critican, lo ironizan… pero lo mantienen en el centro de la conversación pública. Al final, esa visibilidad también tiene un valor, aunque sea a costa de su imagen en plena recuperación”. Su análisis es claro: el presentador ha buscado, consciente o no, recuperar foco mediático en un momento de transición personal y profesional.

No es el resultado final

Otros especialistas han aportado contexto técnico. El doctor José Manuel Gómez Villar explica con detalle el procedimiento y los tiempos reales que requiere una intervención de este tipo: “El lifting facial reposiciona los tejidos blandos, sobre todo del tercio medio e inferior. La edad adecuada oscila entre los 45 y 50 años. La inflamación dura un mes y hasta medio año no vemos el resultado natural de la cirugía”. En otras palabras, lo que hoy observa el público no es el resultado definitivo, sino una fase intermedia en la que aún predominan la inflamación y las tensiones postoperatorias. El especialista, no obstante, subraya que el desenlace será impecable: “el resultado quedará genial”.

Un antes y un después del rostro del presentador.

Un antes y un después del rostro del presentador.

En la misma línea se pronuncia la cirujana estética Mercedes Valle, de la clínica Trevi, quien insiste en la necesidad de paciencia: “Un procedimiento quirúrgico requiere un tiempo de convalecencia que varía en cada persona, pero también según la técnica empleada y lo invasivo del procedimiento. A mi parecer, un mes después, poco tiempo para determinar el resultado. Aún hay mucha inflamación, incluso ocasionando facciones exageradas o asimétricas. Habitualmente, los resultados finales pueden llegar a verse hasta un año después del procedimiento. Lo que hemos visto en televisión responde, con toda probabilidad, a una fase normal del postoperatorio”.

No estamos, por tanto, ante un error médico ni ante una intervención fallida, sino frente a la propia realidad de un tratamiento que exige paciencia. «El verdadero problema es que la exposición mediática no suele dar tregua a esos plazos, y se acaba juzgando un resultado mucho antes de tiempo. Lo importante es recordar que la medicina estética busca naturalidad y bienestar a medio y largo plazo, no cambios inmediatos», asegura Cristina Solymosi, Directora de Ma belle Clinique.

El espejo de nuestra época

Lo cierto es que, más allá del resultado estético, la polémica refleja la tensión de una época obsesionada con la imagen. La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología señala que el 40% de los jóvenes de entre 18 y 30 años admite sentir ansiedad al pensar en envejecer. Si a eso se añade la sobreexposición de los rostros televisivos —fotografías retocadas, vídeos manipulados con IA, comentarios constantes en redes—, se entiende mejor la presión que lleva a figuras como Jorge Javier a intervenirse.

El presentador, siempre maestro de la teatralidad, ha logrado lo que buscaba: volver a estar en boca de todos. Pero los expertos coinciden: lo que hoy vemos no es más que un ensayo general. La versión definitiva, la que devolverá naturalidad a su rostro, solo se revelará con el paso del tiempo.

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