El extravagante hombre en el que Elon Musk confía en su intento de crear una legión de hijos

Elon Musk se ha convertido en una de las figuras más populares del panorama internacional, no solamente por su trayectoria profesional y empresarial, sino también por su peculiar vida personal. Ha estado casado varias veces y tiene hasta 14 hijos de diferentes parejas. Su primer matrimonio fue con Justine Wilson, con quien tuvo a cinco de sus hijos. Luego, estuvo casado dos veces con Talulah Riley. También ha tenido hijos con la cantante Grimes y con Shivon Zilis, ejecutiva de Neuralink.

En varias ocasiones Musk ha expresado su preocupación por la baja natalidad en el mundo y precisamente por eso ha apostado por tener muchos hijos, como una especie de proyecto de futuro, no sólo personal, sino también como contribución al mundo. Algo de lo que él mismo ha hablado abiertamente en su red social, X, donde ha explicado que la falta de natalidad es un grave riesgo para la continuidad de la civilización: «Es crucial para garantizar la supervivencia a largo plazo de la humanidad y de toda vida tal como la conocemos». Musk está completamente obsesionado con la posibilidad de que la humanidad colapse.

Sin embargo, a pesar de que es un firme defensor de la pronatalidad, ha tenido algunos problemas con en sus relaciones de pareja. De hecho, la relación con las madres de sus vástagos ha estado marcada por más de una controversia, entre ellas, disputas por la custodia o complicados acuerdos financieros.

El papel de Jared Birchall

Es ahí donde entra una de las personas clave en su vida, Jared Birchall, a quien se considera la mano derecha del empresario y que se ha convertido en uno de sus mayores apoyos. Entre los planes de Elon Musk está poner en marcha una iniciativa mediante la cual a través de su esperma se pueda procrear un número indefinido de hijos, pero esto haría necesarias madres sustitutas que se encarguen de la gestación. Un plan que parece sacado de una película de ciencia ficción pero que para el empresario es esencial para poder garantizar la supervivencia de la raza humana.

Elon Musk ya recurrió a una madre sustituta para la gestación de su último hijo, Rómulo, que nació en septiembre de 2024. Según ha trascendido, la influencer Ashley St. Clair -madre gestante- recibió una serie de indicaciones muy concretas para poder ser la que gestara el embrión. Por ejemplo, el empresario le dijo que el parto tenía que ser por cesárea -Musk considera que los partos vaginales limitan el tamaño del cerebro- y se prohibió la circuncisión -a pesar de que la madre era judía-. Además, durante todo el embarazo a Ashley no se la mantuvo custodiada en un apartamento.

Ya en el hospital fue Jared Birchall el que se ocupó de todas las cuestiones. Él es quien se encarga de los acuerdos financieros y de privacidad con las madres gestantes. En el caso de Ashley le dijo que no podía revelar el nombre del padre en el certificado de nacimiento y, además, se le hizo firmar una serie de acuerdos. Se le dieron 15 millones de dólares, a los que se sumaron otros 100.000 dólares mensuales para la manutención, eso sí, siempre que no hiciera declaraciones sobre la relación con el empresario. La influencer se negó.

El rol de Jared Birchall va más allá de la gestión de los acuerdos de confidencialidad con la madre gestante del último hijo de Elon Musk. La mano derecha del empresario se encargó de contrastar la paternidad, ya que el propio Musk llegó a dudar y tuvo que someterse a un test que confirmó una coincidencia del 99,9%. Birchall tuvo que revelar que se habían realizado otras negociaciones similares a la de la madre de Rómulo, algo que disgustó mucho a Musk, que es un firme defensor de la privacidad. Por este motivo a Ashley le dieron una compensación menor de la inicial.

Tal es la obsesión de Elon Musk por la natalidad que incluso una de sus hijas dijo en una entrevista a Teen Vogue que no era consciente del número de hermanastros que tenía. Además, comentó que su padre quería escoger el sexo de sus descendientes porque tenía preferencia por los varones. En este momento no tiene relación con él porque es transgénero.