Menos patrimonio

La herencia diluida de Rocío Jurado: nada es igual 18 años después de su muerte

Falleció el 1 de junio de 2006 en La Moraleja, Alcobendas, Madrid tras una enfermedad

El domicilio de la artista en Madrid, Montealto, se vendió en 2008

La herencia diluida de Rocío Jurado: nada es igual 18 años después de su muerte
Rocío Jurado en 1996. (Foto: Gtres)
  • Ana Fariña
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Pasadas las cinco de la madrugada del jueves 1 de junio de 2006, un compungido Amador Mohedano comunicaba a los reporteros convocados en la puerta de la casa familiar de Madrid, -vestido de negro y con la voz temblorosa- la fatal noticia de que su hermana había fallecido. Han pasado 18 años desde aquella fatídica madrugada y nada es igual en la familia de Rocío Jurado.

Una ‘artistaza’ y una persona, ante todo, familiar. Su herencia está diluida y su familia está deslavazada.

Rocío Jurando en su comienzos en 1960. (Foto: Gtres)

La ‘más grande’, la  enorme artista Rocío Jurado, se había muerto tras una batalla larga y dura contra el cáncer que ella misma anunció que padecía.

Rocío Jurado por las calles de Madrid / Gtres

Rocío Jurado por las calles de Madrid. (Foto: Gtres)

Grande y diva, era una señora de los escenarios y de la vida. Flamenca y taurina, trabajadora incansable y con una personalidad que daba miedo. Son sonrisa arreglaba casi todo. Dos matrimonios y tres hijos. Una vida feliz pero convulsa. Muchas galas, muchos discos, mucho dinero y mucha herencia.

La Moraleja, Madrid. (Foto Gtres)

Dinero y herencia que a día de hoy casi se ha esfumado en manos de su herederos: sus hijos, sus hermanos y su cónyuge. A pesar de que Rocío Jurado dejó todo ‘atado y bien atado’, mucho ha cambiado el patrimonio familiar a estas alturas.

La Jurado saliendo del hospital e 8 de abril de 2006. (Foto Gtres)

Su domicilio en La Moraleja construida en 1981 se vendió tal y como ella indicó en su testamento dos años después de su muerte. Recientemente tras muchas idas y venidas, la mansión donde pasó sus horas más felices en familia, está en pleno proceso de reforma tras muchos años cerrada.

yerbabuena

El domicilio de la artista en Madrid, Montealto, se vendió en 2008. El banco que se la adjudicó la sacó a subasta en 2017 y quedó desierta. Se bajó el precio y desde 2023 ya tiene un nuevo titular, anónimo, que está en plena rehabilitación de los 2.680 m2 de la propiedad que cuenta con una vivienda de 940 m2: con seis dormitorios y ocho baños.

Amador Mohedano en la finca Los Naranjos de Chipiona. (Foto: Gtres)

Los Naranjos

Más de actualidad que nunca, está la herencia que la cantante legó a sus hermanos y que Amador acaba de perder por deudas. Una finca, Los Naranjos, que recibió en proindiviso con su otra hermana, Gloria y que ahora acaban de subastar.

Amador en el 17 aniversario del fallecimiento de Rocío Jurado en Chipiona, 3 junio 2023. (Foto: Gtres)

Amador Mohedano  se queda sin Los Naranjos, la finca heredada de Rocío Jurado. El 50% propiedad que le correspondió fue adquirido el pasado día  10 por un comprador anónimo a través de subasta pública por un precio de 103.309,60 euros, según la página web del BOE. El resto pertenece aún a su hermana Gloria Mohedano y por eso Amador sigue viviendo ahí, tan tranquilo, en una casa de mas de cien metros cuadrados hecha en suelo rústico.

Yerbabuena

La joya de la corona de la Jurado y su segundo marido el torero José Ortega Cano era la finca Yerbabuena. Allí construyeron su hogar y su familia con José Fernando y Gloria Camila, los hijos menores de la artista.  Una finca situada en la localidad sevillana de Castilblanco de los Arroyos que compraron en 1994. Allí se casaron  ellos y también se casó Rocío Carrasco con Antonio David.

Cartel de Rocío Jurado y su hija Rocío Carrasco. (Foto. Gtres)

El torero la vendió en  el año 2013 por más de 5 millones de euros a la ganadera peruana Rocío Leonor. Ahora en Yerbabuena se celebran eventos abiertos al público. Hay una yeguada propia, cochinos ibéricos y caballos. La dehesa sigue en plena forma pero en otras manos.

Boda con Ortega Cano en 1995. Foto Gtres

Otra de las propiedades de la familia Mohedano, ‘Mi abuela Rocío’, la casa de Chipiona, que heredó Gloria se encuentra algo descuidada a juzgar por las apariencias. Con ladrillos desprendidos y persianas cerradas, lo que hizo saltar las alarmas, pero la familia lo desmintió. «Sólo la disfrutan durante el verano», explicaron.

El 25 del 2 del 2002.  La Más Grande. (Foto: Gtres)

Sea como fuere, si la más grande levantara la cabeza, no reconocería a su familia toda desperdigada y peleada, ni a su patrimonio diluido con el paso de los años. Pero su música reconforta.

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