Antonio David Flores: las claves de su última victoria judicial
La sentencia de la Justicia en el contencioso abierto entre Antonio David Flores y La Fábrica de la Tele ya ha salido a la luz y señala como ganador al exmarido de Rocío Carrasco. Así se expone el Juzgado de lo Social número 42 de Madrid, que declara «nulo por vulneración de su derecho al honor» su despido por parte de la productora de Sálvame, tal y como se recoge en la sentencia a la que el diario El Mundo ha tenido acceso.
El que fuera colaborador del espacio de sobremesa de Telecinco fue despedido fulminantemente el pasado mes de marzo tras la emisión de los dos primeros capítulos de la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva, donde Rocío Carrasco hacía una exposición de los hechos que le habían llevado a mantener silencio durante dos décadas, a la vez que relataba ser víctima de un supuesto maltrato por parte del padre de sus hijos.
Antonio David Flores, entrando a su juicio con La Fábrica de la Tele / Gtres
La Fábrica de la Tele ha sido obligada a abonar a Antonio David Flores una sumatoria de más de 80.000 euros que se desgrana en dos apartados:. «el despido del trabajador es nulo por vulneración de su derecho fundamental al honor, condenando a la demandada [la productora La Fábrica de la Tele] al abono de los salarios dejados de percibir hasta la fecha en la que el contrato temporal hubiera finalizado -32.361 euros-. (…) así como a la indemnización adicional por los daños ocasionados con la vulneración de su derecho al honor en la cuantía de 50.000 euros», se indica en el texto judicial.
A lo largo de las 20 páginas que conforman la sentencia se recogen nombres propios como Carlota Corredera, Jorge Javier Vázquez, Gema López y demás colaboradores de Sálvame ya que a la jueza que instruye el caso le parece «un riesgo señalar a Antonio David con la palabra maltratador porque no hay sentencia». En ella también aparecen personalidades políticas que se pronunciaron públicamente sobre el relato de Rocío Carrasco y posterior cese de Antonio David, tales como Irene Montero («El testimonio de Rocío Carrasco es el de una víctima de violencia de género) o la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, quien sostuvo que «Rocío Carrasco es una mujer valiente, una superviviente».
La sentencia explica que el despido de Antonio David Flores no se desarrolló en los términos adecuados: «Sálvame comenzó aquel día de forma atípica, con el plató a oscuras y proyectándose en una gran pantalla frente a la que habían situado seis sillas (que eran ocupadas por la presentadora y los colaboradores), diversos fragmentos de la entrevista de Rocío Carrasco en el espacio Rocío, contar la verdad para seguir viva». El despedido había sido convocado el viernes para comparecer en su silla del programa. Tenía comprados los billetes de AVE Málaga-Madrid pero el mismo día 22 de marzo se le manda un correo para desconvocarlo. Antes de las 16.00 horas (hora que arranca Sálvame), su representante recibe otro mail con una propuesta de acuerdo para extinguir el vínculo contractual del exmarido de Rocío Carrasco con La Fábrica de la Tele.
Minutos más tarde, Carlota Corredera compareció ante las cámaras para anunciar el despido del ex Guardia Civil. La gallega sale especialmente escaldada ya que la magistrada apunta que sus formas de comunicar «evidencian la voluntad de la empleadora de utilizar el despido para realizar un juicio público paralelo sobre unos hechos que ya fueron objeto de una decisión judicial firme y, obviando estos extremos, castigar al actor en la forma que está a su alcance, que es transmitiendo a la audiencia que el demandante es un maltratador y que por ello se le ha expulsado del circuito televisivo sobre el que Mediaset tiene competencia».
La jueza muestra su disconformidad con el modus operandi de la productora para con Antonio David Flores: «Lo relevante no es sólo que se comunicara su despido o se informara de él a la audiencia del programa en el que hasta ese momento prestaba servicios como colaborador, sino que fue a través de dicho programa como el actor -a la vez que todos los telespectadores- tuvo conocimiento de la extinción de su relación laboral y de los motivos de ésta, extremo que no carece de importancia (…) del mismo modo que se le había mandado un correo para desconvocarle podía habérsele remitido otro correo notificándole la extinción de la relación laboral (…) o haber mantenido con él una conversación telefónica previa a la emisión del programa».
Antonio David Flores, en el plató de ‘Sálvame’ / Mediaset
La sentencia concluye en que Flores no tuvo amparo en la libertad de expresión y que «se evidencia con ello una voluntad deliberadamente buscada de que el actor no conociera su despido hasta el momento de la emisión del programa, lo que permite corroborar la finalidad de la empleadora de sacar rédito empresarial a dicho despido, reservándose la exclusiva de tal información incluso respecto del propio afectado».