Fabián Ruiz, el talismán de España

Fabián Ruiz es muy bueno. Posiblemente, el mejor jugador de esta Eurocopa en cuanto a regularidad. Si su tarjeta de presentación frente a Croacia fue un recital haciendo un gol y dando una asistencia, lo que ha venido después no ha sido menos. En total suma dos goles, dos asistencias y un sinfín de recitales en los cinco partidos que ha jugado, ya que contra Albania se tomó un respiro. Otra apuesta de Luis de la Fuente que le ha dado la razón. Pero es que, además, este sevillano, criado en Los Palacios, como Navas y Gavi, y cuyo éxito dice que está en los tomates de su pueblo, también es un auténtico talismán con España.

Fabián puede presumir de que no sabe lo que es perder en 120 minutos con la selección española ninguno de los 28 partidos que ha disputado como internacional absoluto con España. Nada más que se llevó un disgusto contra Italia en las semifinales de la Eurocopa 2020. No obstante, ese partido lo empató y luego tuvo que ser una tanda de penaltis la que decidió quién iba a disputar la final.

El caso es especialmente curioso con Luis de la Fuente, con el que ha estado presente en todas las convocatorias desde que es seleccionador. El riojano le dejó sin jugar en las dos únicas derrotas que ha sufrido a los mandos de España, frente a Escocia en Glasgow y ante Colombia en un amistoso que se celebró en el estadio Olímpico de Londres. El resto lo puede contar por victorias, salvo un empate frente a Brasil en otro amistoso que se jugó en el estadio Santiago Bernabéu.

Un hombre de De la Fuente

Pare de los éxitos que ha cosechado Luis de la Fuente como seleccionador han llegado de la mano de Fabián. Juntos ganaron el Europeo Sub-21 que se celebró en Italia en 2019. Aquel torneo, donde el sevillano fue elegido mejor jugador de la competición, la selección española lo conquistó tras vencer a Alemania en una final en la que hizo un gol y dio una asistencia.

Con la Absoluta juntos ya saben lo que es ganar también. Lo hicieron el verano pasado en la Liga de Naciones que se celebró en Holanda. Fabián fue titular en la final contra Croacia en el centro del campo junto a su paisano Gavi y el jefe Rodrigo. Este fue el primer título que ganaba la selección española tras más de una década de sequía.

Por todo esto, para Fabián, De la Fuente es como un padre. El riojano siempre ha visto algo diferente en un jugador que entra dentro de ese grupo de futbolistas españoles que no son considerados como estrellas mundiales porque no se exponen como otros, pero derrochan calidad en cada patada al balón. Sino, que se lo pregunten a Davide Ancelotti, otro que le vio cosas diferentes en el Betis y clave en que terminase fichando por el Nápoles.

Toda esta calidad la acompaña de una profesionalidad muy estricta. En su casa, en París, tiene un gimnasio donde entrena tras terminar de trabajar con el club y donde recupera, siempre importante a estos niveles donde los futbolistas juegan tantos partidos.

Y dentro del vestuario se hace querer. Sin dar una voz más alta que otra, mantiene muy buena relación con todos sus compañeros. Destaca, por ejemplo, lo bien que se lleva con Mikel Merino, competencia por el mismo puesto dentro de campo. A los jóvenes los ayuda y arropa, mientras que respeta a los veteranos.