Yolanda Díaz presume de que «España nos está esperando» pero todos sus socios perdieron votos el 28M

Los resultados de los socios de Yolanda Díaz ajenos a Podemos han sido muy pobres. Todos ellos han perdido votos. Aunque la vicepresidenta segunda ha proclamado en las últimas horas que «España nos está esperando», los candidatos de Más Madrid, Compromís o los Comuns, impulsados por la ministra de Trabajo, han perdido cientos de miles de apoyos.

Los aliados confirmados de Sumar, descalificados como «la izquierda cuqui» por Podemos, han perdido plazas importantes como Barcelona, la Comunidad Valenciana y la ciudad de Valencia. La pérdida de poder a nivel autonómico como local ha sido generalizada. Mónica García, Ada Colau, Joan Baldoví, Rita Maestre o Joan Ribó retroceden posiciones, aunque ahora quieren demostrar fuerza en la negociación a tres bandas con Sumar y los morados.

Han quedado en tercera posición en el Ayuntamiento de Barcelona y también han caído en votos en la Comunidad de Madrid a pesar de la desaparición de Podemos en la capital.

Estos partidos que arroparon a Díaz en el polideportivo Magariños y que recibieron el apoyo de la vicepresidenta han fracasado. La única excepción, de carácter anecdótico, ha sido el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta (MDyC), liderado por Fátima Hamed, que ha pasado de 2.353 a 3.839 votos, 1.486 más.

Datos

Más Madrid en la Asamblea, liderados por Mónica García, ha pasado de 619.215 a 615.171 votos, 4.044 menos. Aunque salva los muebles situándose por delante del PSOE de Juan Lobato y sube 3 escaños, queda muy lejos de Isabel Díaz Ayuso que logra la absoluta. Podemos –por los que hizo campaña Díaz– no ha superado el 5% y queda fuera, pero no lo rentabilizan los errejonistas.

Peores guarismos de Más Madrid en la capital. Rita Maestre pierde siete concejales (de 19 a 12) y la primera posición que cosechó Manuela Carmena. Un batacazo pasando de 505.159 a 313.204 votos (191.955 de diferencia).

Una caída similar a la de Compromís. Joan Baldoví se ha dejado dos diputados, de 17 a 15. Eso y la desaparición de Podemos en la región provoca el fin del Pacto del Botánico. Por su parte, Joan Ribó, a quien Díaz acompañó en actos de campaña, no podrá aspirar a un tercer mandato en el Consistorio de Valencia tras ceder un concejal, pasando de 10 a 9.

Ada Colau también retrocede considerablemente de 156.493 a 131.594 votos. Queda en tercera posición en Barcelona con 9 concejales, por detrás de Junts (11) y el PSC (10) y se desprenderá previsiblemente el bastón de mando.

En otras regiones la situación es dispar. En Aragón los posibles aliados de Sumar (la Chunta Aragonesista e IU) han conservado sus resultados. La coalición Contigo Navarra, frente amplio de Podemos e IU Izquierda, también calca su marca y serían necesarios en un pacto con Bildu y Geroa Bai, que María Chivite descarta. En Canarias, el ex diputado de Podemos Alberto Rodríguez, conocido por sus rastas, muy próximo a Díaz, no logra abrirse un hueco con Proyecto Drago.

A nivel municipal, la alianza de IU y Más País gana en Mieres (Mieres). Y en Rivas-Vaciamadrid; IU, Más Madrid y Equo pierden frente al PP, mantendrán la Alcaldía con el apoyo en minoría del PSOE.

En todo caso, Yolanda Díaz lanza un mensaje de «esperanza» al electorado progresista de este país. Aunque está «desanimado» tras el 28M. «Les mando un mensaje claro de esperanza y confianza. Asumo el reto para poder ganar este país», afirma líder de Movimiento Sumar, el nuevo partido registrado ante el Ministerio del Interior con el que la vicepresidenta y su equipo negocian con una quincena de partidos para conseguir una candidatura de unidad a la izquierda del PSOE. Quedan 8 días para cerrar esa coalición. Como telón de fondo, los reparos de los partidos errejonistas que no quieren dejarse la piel en campaña para que Irene Montero, ministra de Igualdad cuya imagen está muy erosionada, repita como diputada y les lastre en votantes.

Aunque IU, En Comú Podem, Verdes Equo y Alianza Verde han manifestado su compromiso de adhesión, otras formaciones como Podemos muestras reticencias. Ione Belarra remarca que su partido quiere la unidad y se ponen a trabajar dejando atrás tensiones pasadas pero lejos de poner la alfombra roja al pacto, mantienen duras exigencias a puerta cerrada para mantener cargos, recursos y no desaparecer que Sumar no acepta.