España

Alfonso Alonso reelegido presidente del PP vasco con el 94,96% de los votos

El presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, ha sido reelegido este sábado en su cargo con el 94,96% de los votos de los afiliados inscritos en el XV Congreso regional de la formación que se ha celebrado este sábado en Vitoria con el lema «Euskadi entre todos».

Alonso, el único candidato presentado, ya ocupaba la presidencia del partido en Euskadi desde el 16 de octubre de 2015 cuando fue ratificado para liderar el PP vasco por la Junta Directiva regional, puesto que compatibilizó con su cargo de ministro de Sanidad en la anterior legislatura.

Sustituyó entonces a Arantza Quiroga, quien dimitió días antes tras el malestar que provocó entre buena parte de los dirigentes del partido, incluido el propio Alonso, su intento de promover una ponencia de Libertad y Convivencia en el Parlamento Vasco en la que no condenaba expresamente a ETA, aunque exigía su deslegitimación.

El exalcalde de Vitoria y exportavoz del PP en el Congreso ha recibido hoy el aval casi unánime de los 777 afiliados que han votado en un congreso en el que el presidente del partido y del Gobierno, Mariano Rajoy, ha estado presente para respaldar a su exministro.

Alonso continuará así con su labor al frente del partido en Euskadi en un momento en el que, pese a que es la quinta y última fuerza política en el Parlamento Vasco, ha llegado a un acuerdo marco con el Gobierno Vasco de coalición PNV-PSE-EE para facilitar los presupuestos autonómicos de 2017.

Tras agradecer la confianza a los militantes del PP y la presencia de Rajoy que «siempre ha estado aquí», Alonso ha centrado su discurso en el terrorismo y dirigiéndose a los padres de Miguel Ángel Blanco, el concejal asesinado por ETA, presentes en el congreso, ha trasladado el compromiso de los populares con las víctimas.

Se ha referido al anuncio del desarme de ETA y ha querido dejar claro que «no vale con eso» ya que en Euskadi queda «mucho» para recuperar la convivencia y deslegitimar el terrorismo para que nadie «pueda torcer la memoria».