No está siendo una temporada fácil para Lucas Vázquez, ni mucho menos. Empezó el curso teniendo poca continuidad, y después sufrió una fractura en un dedo del pie que le tuvo varios meses apartado de los terrenos de juego. Es lo peor que le puede pasar a un futbolista, no sentirse útil para su equipo, sobre todo cuando vienen mal dadas. Pero el Real Madrid se ha repuesto, y Lucas Vázquez también lo ha hecho. Buena parte de culpa es de Zinedine Zidane.
El técnico francés ha recuperado para la causa al extremo de Curtis. Siempre ha confiado en él, desde que se hizo cargo del banquillo blanco en 2016. Y Lucas Vázquez, más acertado o menos, siempre le ha devuelto esa confianza con trabajo, profesionalidad y dándolo todo, por el equipo y por el entrenador. Este miércoles volvió a sonreír en La Romareda, cuajando un gran encuentro y poniéndole la guinda con un gol que celebró primero con rabia y después dedicándoselo a su familia frente a una cámara.
No marcaba desde agosto
No marcaba el gallego desde la primera jornada de Liga, frente al Celta de Vigo en Balaídos a mediados de agosto. El camino desde entonces no ha sido sencillo, lesión incluida, pero Lucas Vázquez está de vuelta. Con él, Zidane gana a un soldado más, una opción diferente para la banda derecha, un jugador rápido en las transiciones, peligroso en ataque y a la vez comprometido a la hora de ayudar al equipo en labores defensivas.
No se cansa de repetir Zizou que quiere a todos sus jugadores enchufados y motivados. Unos juegan más que otros, es evidente y pasa en todos los equipos, pero el galo está convencido que sólo de esa manera, sintiéndose partícipe todo el plantel, el Real Madrid podrá pelear por todos los títulos esta temporada. El ejemplo es Lucas Vázquez, que siempre tuvo un papel importante durante los últimos años pese a no ser titular indiscutible.