Para cualquier entrenador del mundo, contar con Kylian Mbappé y Vinicius, posiblemente dos de los tres mejores jugadores del planeta cuando están al cien por cien, es una auténtica bendición. Un regalo… pero también un enorme reto. Ese es el desafío que afronta desde ya Xabi Alonso, que debe lograr que ambos delanteros se entiendan sobre el terreno de juego y que entre ellos surja una química natural. Tener a dos futbolistas de este nivel combinando y explotando su talento puede acercar mucho al Real Madrid a su gran objetivo: los títulos.
Xabi Alonso ha hablado en varias ocasiones sobre Vinicius y Mbappé, y sobre cómo deben complementarse en el césped. El técnico donostiarra siempre ha sido claro: él no les enseñará a regatear, pero sí buscará ayudarles a entenderse mejor en el juego, a interpretar los espacios, a moverse de forma coordinada y a generar peligro real y constante sobre las defensas rivales.
La primera temporada juntos no fue fácil, ni para ellos ni para el equipo en general. Les costó entenderse, y ambos salieron perjudicados. Carlo Ancelotti y su cuerpo técnico no lograron encontrar la fórmula adecuada, y el Real Madrid lo terminó pagando. Ahora, Xabi Alonso asume ese mismo reto con la intención de resolver lo que su antecesor no pudo.
Trabajo individual y exigencia colectiva
Xabi Alonso está trabajando de forma muy personalizada con ambos jugadores. Les observa de cerca en cada entrenamiento, analiza sus movimientos y trata de incorporarles rápidamente a su modelo de juego, muy distinto al del curso anterior. El objetivo es claro: integrar su talento individual en un sistema colectivo funcional.
Vinicius ha ido claramente de menos a más en este Mundial de Clubes. Ante el Salzburgo fue determinante, marcando un gol y dando una asistencia. Frente a la Juventus volvió a destacar cuando cayó a la banda izquierda y jugó más abierto, donde logró encontrar ventajas ante la zaga italiana.
En cuanto a Mbappé, aún no ha tenido ocasión de brillar en esta competición. Una gastroenteritis lo dejó fuera de los tres primeros partidos de la fase de grupos y sólo pudo disputar poco menos de 25 minutos ante la Juventus, en los que, eso sí, tuvo alguna ocasión clara nada más pisar el césped.
La primera prueba real, ante el Dortmund
Ante el Borussia Dortmund, Xabi Alonso alineará por primera vez en este torneo a Mbappé y Vinicius como titulares. Será la primera gran prueba para comprobar si existe esa esperada conexión ofensiva. Pero no sólo se les exigirá brillar con el balón: el técnico tiene claro que los once deben trabajar en la recuperación. Por eso, uno de los cambios clave respecto a la etapa de Ancelotti será el compromiso defensivo. Ambos delanteros tendrán que implicarse más cuando el equipo pierda el balón, algo que el donostiarra considera innegociable.
El talento lo tienen. La velocidad, también. Ahora falta lo más difícil: construir una sociedad ganadora entre dos de las mayores estrellas del fútbol mundial. Y ese es, sin duda, uno de los grandes retos de esta temporada para Xabi Alonso.