Se acabaron los calificativos para Fede Valverde. Cuando comenzó a despuntar con el Real Madrid se le conocía como ‘El Pajarito’, después, su nuevo seleccionador en Uruguay lo apodó como ‘El Halcón’ y, ahora, ya es uno de los reyes de la bandada de este equipo. El jugador uruguayo ha comenzado la temporada siendo indiscutible en la banda derecha y está demostrando con sus actuaciones que es uno de los intocables para Carlo Ancelotti.
En el primer gol de Real Madrid frente al Celtic se repitieron los protagonistas de la final de París, donde se pudo apreciar a un Fede Valverde superior a nivel físico que sus rivales, por no decir que también de sus compañeros. Pero el uruguayo no es solo exuberancia física, sino también calidad con el balón en los pies, que, de 68 participaciones con el balón, solo falló uno de sus pases.
Da igual que juegue como extremo derecho, Valverde está en todos lados, en ataque como ninguno y el primero en bajar a defender y ayudar a sus compañeros. La confianza en el uruguayo es total por parte del club y eso se ha visto plasmado en el césped. En estos primeros seis partidos de la temporada, donde ha sido titular en cinco de ellos, ya suma un gol y dos asistencias, anotando ante el Celta y también asistió a Rodrygo ante el Betis a los pocos minutos de entrar. En 431 minutos ya tiene los mismos registros que el año pasado, habiendo disputado 2.860 minutos repartidos en 45 partidos.
A día de hoy, Valverde se encuentra en el puesto 24 de jugadores con mayor valor de mercado en el mundo según el portal Transfermarkt, siendo de 70 millones de euros. Por si no fuera poco, es el tercer jugador con mayor valor de la Liga teniendo solo por delante a Pedri y a su compañero Vinicius Jr, teniendo este un valor de 100 millones de euros.
Cambio generacional asegurado
La definitiva explosión del uruguayo llega en el momento perfecto para el Real Madrid. Cuando Luka Modric está a punto de cumplir 37 años, aunque parezcan muchos menos por su rendimiento en el campo y un Toni Kroos cuyo futuro en el conjunto blanco está en el aire (acaba contrato en 2023 y aún no ha renovado), ha llegado la pieza que le faltaba a Ancelotti para perfeccionar su sistema. Un jugador que no es de banda, pero que lo hace como si fuera un experto en esa posición desde hace muchos años, el cambio generacional en el centro del campo está asegurado.
Acompañado por Tchouaméni, que solo lleva seis partidos en el Real Madrid, pero que ya comienza a demostrar que los 80 millones de euros invertidos en él son pocos y un Camavinga que, pese a su corta edad, va creciendo poco a poco en el conjunto blanco, el futuro del centro del campo en el Santiago Bernabéu está consolidad para la próxima década.
