El Real Madrid ya conoce quién será su rival en la final de la Supercopa Endesa de este domingo a las 20:00 horas: Unicaja Málaga. Será la reedición del enfrentamiento del año pasado, en el que los blancos se impusieron (81-89) para levantar el primer título de la temporada. Los de Chus Mateo cumplieron con su parte eliminando al Barcelona en la semifinal con mucho sufrimiento y los andaluces confirmaron el duelo cargándose al anfitrión, UCAM Murcia (78-84). Por tanto, se medirán el campeón de Liga y el líder de la fase regular.
Kendrick Perry y Dylan Osetkowski se llevaron el protagonismo con 17 y 19 puntos, respectivamente. Era un encuentro con cuentas pendientes y más aún después de que el UCAM apeara al Unicaja en las semifinales de la pasada Liga Endesa y además superándole a domicilio. El cuadro cajista, que descartó a dos pívots como Killian Tillie y David Kravish, salió más enchufado y acertado y con Tyson Carter, Perry, Osetkowski y hasta Olek Balcerowski viendo aro desde lejos (11-18).
Pese al 4/6 en triples de los de Ibon Navarro, el cuadro grana se mantuvo firme en la pelea y, a base de defensa, logró cerrar el cuarto metido de lleno. Precisamente un triple de Ludde Hakanson y un contragolpe culminado por Jonah Radebaug sobre la bocina permitió al equipo dirigido por Sito Alonso cerrar el periodo por delante (21-20).
La afición murciana se estaba divirtiendo después de 10 minutos en los que el propio Radebaugh, con seis puntos, era el máximo anotador. La mejor puesta en escena de los de verde tuvo su réplica y el encuentro prometía emociones fuertes, lo habitual en los duelos entre estos equipos, que la pasada campaña se vieron hasta en nueve ocasiones en cuatro competiciones –Liga contando la fase regular y los play off por el título, Liga de Campeones FIBA y Supercopa–.
Nueva final entre Real Madrid y Unicaja
Los universitarios, que dejaron sin vestir al base Dani García y tampoco utilizaron al pívot Moussa Diagne, no aflojaron en el comienzo del segundo cuarto y elevaron su parcial hasta el 14-2 y eso les hizo tener un +5 (25-20). A partir de ese instante el encuentro se convirtió en un correcalles que favoreció a los andaluces, que recuperaron la iniciativa (30-31).
Tras una falta antideportiva señalada a Rodions Kurucs el Unicaja abrió algo de hueco (33-37) pero los cuatro últimos puntos de la primera parte fueron del UCAM y eso propició que el tanteo estuviera igualado al descanso (37-37).
El choque se reanudó con el electrónico del Palacio de los Deportes registrando mínimas ventajas de uno y otro equipo. Con Osetkowski apareciendo en ataque –14 puntos en 17 minutos a falta del último cuarto– los malagueños seguían mandando pero por escasísimo margen.
De hecho, una falta antideportiva cometida sobre Nemanja Radovic le dio la posibilidad de voltear el resultado. El capitán anotó los dos tiros libres para el 57-56 y luego, con una bandeja, puso el 59-56. En los diez minutos finales se entró con un 61-60 que lo dejaba todo absolutamente por decidir entre universitarios y cajistas.
El equilibrio seguiría siendo la tónica en el tramo decisivo con los visitantes ligeramente por encima (67-71 ya dentro de los cinco últimos minutos) en un encuentro en el que cada canasta había que trabajarla muchísimo. El poderío físico de los de Los Guindos, que se tradujo especialmente en el rebote (30-38) se notó y el esfuerzo realizado en la Copa Intercontinental que disputó y ganó en Singapur no les pasó factura.