Los de Corberán jugaron contra el Mallorca con un ojo puesto en su porvenir en Liga. Consiguió un triunfo capital tras el gol de Diego López y logró reducir el fuego de la calculadora del descenso, pero no apagarlo. El futuro inmediato del Valencia en Liga está ligado la próxima jornada contra el Real Madrid en el Bernabéu, donde no se podrán vestir de corto Rioja, Gayá y Foulquier.
Los tres estaban apercibidos de una amonestación y los tres la vieron. Especialmente llamativa fue la de Foulquier, ya que contó con la colaboración de su entrenador. Corberán impidió que los médicos entraron al campo y el árbitro, al recibir protestas del jugador, le mostró la cartulina amarilla al futbolista.
En otra etapa de vida del Valencia, perderse un partido contra el Real Madrid en el Bernabéu hubiera significado un golpe, pero, en estos visos con el descenso acechando, la supervivencia prima. Corbellán necesita efectivos para las próximas jornadas después del Bernabéu, en las que se enfrenta a rivales directos por la salvación.
Corbellán dio su punto de vista sobre las tarjetas amarillas. «Hay veces que se gana imponiendo el juego y hay veces que uno gana luchando mucho y esforzándose hasta el último segundo del partido y eso es lo que he visto. Si ese esfuerzo ha conllevado faltas, acciones que el árbitro ha decidido amonestar… Para mí han sido acciones del juego en unos momentos donde el partido se ha vuelto muy combativo. Hemos defendido como hemos podido».
Las amarillas de Foulquier y Rioja fueron por protestar, pero la de Gayá fue inevitable. El mismo capitán lo reconoció. «Era una falta que tenía que hacer sí o sí y sabía que me perdía el siguiente partido», comentaba. El calendario ahoga al Valencia después de enfrentarse al Real Madrid. Sevilla, Rayo, Espanyol, Las Palmas, Getafe Alavés, Athletic y Betis y se dará por finalizada una campaña para el olvido en Mestalla.