El empate que el Real Madrid cosechó ante el Atlético en el estadio Santiago Bernabéu no sentó nada bien en el palco. La cúpula se mostró molesta con este pinchazo… pero hay tiempo para maniobrar. La derrota del Barcelona en Almería deja a los blancos a siete puntos del liderato y con opciones a todo. El próximo Clásico del 19 de marzo será una final por al Liga y todos los toques de atención son buenos.
Por ello, tras el partido, cuando los máximos mandatarios madridistas bajaron a los vestuarios, recriminaron a Ancelotti y su cuerpo técnico que la gestión de los cambios no fue la acertada. «Camavinga, Tchouaméni y Modric tendrían que haber entrado antes», aseguraron al entrenador italiano mientras se dirigía a sala de prensa. Una recriminación que continuaron haciendo sin el técnico madridista presente. También se pudieron escuchar reflexiones pesimistas como «la Liga ya está perdida», aunque el técnico madridista se esforzó en sala de prensa en dejar claro que la pelearán hasta el final.
La realidad es que Ancelotti puso en el derbi un centro del campo con dos caras nuevas respecto al once que alineó en Anfield. Ceballos y Kroos entraron en escena para hacerse con el balón ante el Atlético de Madrid, pero al mismo tiempo se mostraron incapaces de romper la defensa rojiblanca. Tras dejar pasar más de una hora de partido, Ancelotti decidió dar entrada a Tchouaméni, Camavinga y Modric.
Camavinga es intocable
Con estos en el campo, el Real Madrid recibió el gol de Giménez, pero también fueron capaces de inquietar la meta defendida por Oblak hasta lograr el empate. Los blancos mostraron otra cara y desde las altas esferas están convencidos de que si hubiesen entrado antes, especialmente un Camavinga al que ven como intocable, el resultado final podría haber sido otro muy diferente.