Sergio Ramos realizó un partido colosal frente al Real Madrid en la primera vez que se enfrentaba a los blancos desde su salida en 2021. Frenó a Vinicius, salvó un gol de Alaba, lo despejó todo e incluso rozó el gol con un cabezazo que sacó Kepa y con otro testarazo alto en el descuento. También se llevó una tarjeta amarilla. Demostró su mejor nivel, el de sus grandes noches.
Sergio Ramos era el gran protagonista de este Sevilla-Real Madrid. Desde la previa, todos los focos estaban sobre él. Horas antes del partido, por los aledaños del Pizjuán, niños y mayores portaban la camiseta del ‘4’. En la entrada de la tienda oficial del club hispalense, la camiseta del camero lucía en la misma puerta. La figura de Ramos logró eclipsar un partido de estas dimensiones.
Sergio Ramos llegó concentrado y pensativo al Sánchez Pizjuán, su casa, mientras saludaba a una afición que ha demostrado que está junto a él. «La afición del Sevilla está con Ramos, le queremos mucho. Sevilla es su casa», afirmaban algunos sevillistas poco antes de empezar el partido.
El primer jugador del Sevilla en saltar a calentar fue Sergio Ramos, acompañado por Rakitic, y liderando al equipo en los primeros pasos sobre el césped. Lo primero que hizo el camero fue saludar a la afición del Real Madrid desplazada al Sánchez Pizjuán. Y ellos respondieron coreando su nombre. Posteriormente, Ramos saludó a la afición que ahora es suya. Sus dos amores juntos. Un corazón dividido. Pero una vez comenzó el partido, solamente tenía una idea en mente: ganar.
Saltó al campo plenamente concentrado y sabiendo que era uno de esos grandes partidos que al ‘4’ tanto le gusta jugar. Se le notaba en la cara. Nada pudo hacer en el gol anulado al Real Madrid en el minuto tres. Desde el principio, las órdenes en la defensa las daba el camero. Sin duda, en el Sevilla ya es el líder.
Ramos salva al Sevilla y pique con Rüdiger
En el minuto 14, tras una gran internada de Vinicius, donde el brasileño dejó atrás a Navas y se metió en el área, Sergio Ramos fue con todo al cruce y evitó el gol del Real Madrid. Su primera falta la realizó en el minuto 17. Y fue al jugador de moda de la Liga, a Jude Bellingham. Lo derribó en el centro del campo para dejarle claro quién mandaba.
En el minuto 34, Sergio Ramos volvió a salvar al Sevilla con un despeje increíble sobre la línea a disparo a bocajarro de Alaba. Se tiró con el cuerpo y despejó la pelota. Justo antes del descanso la tuvo con Antonio Rüdiger. Tras un córner a favor de los hispalenses, Ramos tiró al suelo a Bellingham, y el alemán se lo recriminó. Ambos se encararon y se dijeron de todo, pero con una sonrisa del camero. Luego, ya a lo lejos, Ramos le dijo a Rüdiger, con gestos claros, que estaba temblando en el Pizjuán.
La primera mitad de Ramos fue magistral en defensa. No solamente no parecía amigo y ex compañero de los madridistas, sino que llegó a parecer el peor enemigo de todos. Quería imponer su ley, y en eso tiene mucha experiencia el ‘4’. Y la segunda parte la empezó igual. En el minuto 57 despejó tres balones consecutivos de manea impecable. Estaba demostrando un nivel de selección.
Una amarilla y un cabezazo que sacó Kepa
El Sevilla se adelantó en el minuto 74 con un gol en propia de Alaba y tres minutos después, en el 77, Sergio Ramos vio la primera amarilla del partido por cortar un ataque. Tenía que ser para él. El partido lo empató Carvajal, a lo Ramos en el 78 tras un centro de Kroos.
En el minuto 80 llegó el momento Ramos, pero no lo completó, por suerte para el Real Madrid. Kepa detuvo, con una parada voladora, un cabezazo impresionante de Sergio Ramos que no terminó en gol por muy poco. Hubiese sido el colofón para el gran partido que estaba realizando el camero. Pero Kepa se vistió de héroe para evitar el gol del ‘4’. En el descuento, Sergio Ramos volvió a rozar el gol con otro cabezazo que se fue alto a portería vacía.