El próximo viernes se celebra el 18 aniversario de la Novena. Un 15 de mayo de 2002 Zinedine Zidane dejaba su sello en Glasgow con una volea extraordinaria que valía la novena Copa de Europa para el Real Madrid. Ese golazo pasó a la historia y sus rivales aún lo recuerdan con dolor. Dimitar Berbatov, que por aquel entonces jugaba en el Bayer Leverkusen, ha reconocido en una entrevista a Betfair que «cuando Zidane marcó aquel gol me sentí como una mierda».
«Yo estaba justo detrás, lo veía todo. Recuerdo cómo Roberto Carlos esprintó para llegar a esa pelota y ponerla al área. Aquel pase era jodido. No era un pase cruzado, pero la fortuna quiso que Zidane estuviera en el momento adecuado en el lugar adecuado», cuenta el delantero búlgaro que todavía mantiene en su retina la manera en la que golpeó ese balón el ahora entrenador del Real Madrid para poner el 2-1 definitivo.
«La forma que conectó aquel remate y la puso dentro… déjame decirte algo: poquitos son capaces de hacer eso. Y cuando lo ves ahí, tan cerca, dentro del campo como estaba yo… no dejas de admirarlo, pero te sientes una mierda porque no puedes creerte que te acaben de hacer un golazo así. No, amigo, no te sientes nada bien», prosigue el ex futbolista en su relato.
Berbatov asegura que merecieron ganar aquella final: «Nosotros nos merecimos más en aquella final». Los blancos sufrieron para ganar por 2-1 al conjunto germano. Para el búlgaro fue clave la actuación de un jovencísimo Iker Casillas porque salvó goles cantados. «En ese momento es cuando comenzó la carrera de Casillas como uno de los mejores de la historia».
«Lo recuerdo como si fuera hoy. Teníamos a nuestro portero dentro de su área. Metieron un balón y saltamos los dos. Yo conecté un cabezazo que iba dentro… pero Casillas la salvó sobre la línea. Luego otra vez la toqué sutilmente para marcar… pero la salvó con la pierna», lamenta Berbatov que aún se acuerda de las grandes paradas que hizo el actual portero del Oporto en aquella final como si fuera ayer.
«Ese partido estaba hecho para Casillas»
«Mira, no sé si habríamos marcado con César como portero, pero ese partido estaba hecho para Casillas. Estaba hecho para que saliera y salvara como salvó todos y cada uno de los remates que le hicimos. Fue espectacular», añade el búlgaro que reconoce entre carcajadas que «esa temporada logramos el trébol del horror» ya que que quedaron subcampeones de la Champions, la Bundesliga y la Copa Alemana.
«Lo peor de todo fue irse con las manos vacías porque hicimos todo lo posible para conseguir algo después de tanto, tantísimo esfuerzo», concluye Berbatov al recordar aquel trágico año en el que lucharon por todo pero se quedaron con la miel en los labios en las tres competiciones.