Hay veces que el fútbol es justo. No siempre, pero en contadas ocasiones sí lo es. En el Clásico que se jugó en el Bernabéu el deporte rey pagó su deuda con Mariano Díaz. Un delantero que vive mirando a portería, que necesita poco para meter la pelota en el arco rival, que trabaja como pocos y, como aseguran en el Real Madrid, “cree mucho en sus posibilidades”. Hay que creer para salir en el descuento, tocar la pelota cuatro veces y necesitar 52 segundos para batir a Ter Stegen cerrando un duelo donde los de Zidane fueron infinitamente superiores a los azulgranas firmando un segundo acto impecable.
Mariano debutó en Liga ante el Barcelona y no tardó ni un minuto en conseguir lo que mejor sabe hacer: marcar goles. Zidane ha tardado 26 partidos en darle la oportunidad y el atacante la ha aprovechado a la perfección. Es cierto que debutó en partido oficial en la Supercopa de España, pero ni en Liga, Copa y Champions había tenido minutos. Eso sí, lejos de bajar los brazos ha trabajado y peleado para estar preparado, tal y como ha demostrado.
El delantero estaba tan apartado que hasta su convocatoria para el Clásico fue noticia. No suele estar entre los 19 elegidos de Zidane, pero el francés es así. En el partido más importante de la temporada, donde perder era casi decir adiós a la Liga, Zizou decidió dejar en casa a Jovic y citar a Mariano. Y el dios del fútbol quiso que el chico que se cansó de marcar goles en Valdebebas lo hiciese en todo un Clásico. En el partido de los partidos.
Pero el gol que hizo Mariano ante el Barcelona es mucho más que un tanto que pone el broche de oro para el Real Madrid en un Clásico. Ese gol del canterano es el del que ha peleado contra todo y contra todos para tener esta oportunidad y, sobre todo, aprovecharla. Nadie por Valdebebas le ha puesto las cosas fáciles en los últimos tiempos. Zidane no ha contado con él hasta el Clásico o cuando no tenía más remedio, como en la Supercopa; las lesiones llegaron en los momentos más inoportunos y no se pudo reivindicar ni en la Copa; y su entorno trató de explicarle sin éxito en invierno que debía salir en busca de minutos a otros clubes, ya que ofertas tenía y muchas, pero nada de esto pudo con un jugador que ante los azulgranas en el escenario más importante vio recompensado todo su esfuerzo y empeño.