El Real Madrid y el madridismo contendrán la respiración hasta que se conozca con exactitud el alcance de la lesión de Eduardo Camavinga. Aunque en el vestuario del estadio Santiago Bernabéu se descartó una lesión en la que pudiesen estar afectados los ligamentos al confirmar que tenía estabilidad, los servicios médicos del club sí confirmaron que sufría un esguince en la rodilla de la pierna izquierda. En la mañana del domingo se someterá a una resonancia donde se sabrá con seguridad qué es lo que tiene el francés.
Ancelotti acabó el partido y era tremendamente optimista. Posiblemente, demasiado. «Es sólo un golpe. ¡Tiene 20 años, se va a recuperar muy pronto!», aseguró el italiano ante los periodistas. Mientras decía esto, desde el vestuario se confirmaba que sufría un esguince. «La primera impresión no es alarmante y a falta de los resultados de mañana, podría llegar al miércoles», explicaban desde las entrañas del Santiago Bernabéu.
Con esta situación, el Real Madrid cruza los dedos para que las pruebas médicas a las que será sometido Camavinga confirmen las buenas sensaciones. Y es que, restan cuatro días para que los blancos se midan al Manchester City en la vuelta de las semifinales de la Champions y la presencia del galo en el equipo titular se antoja clave.
Hay que recordar que Camavinga tuvo que retirarse del terreno de juego por un golpe en su rodilla izquierda en el tramo final del encuentro. El francés sufrió un duro choque de Juan Iglesias y tuvo que ser sustituido en el minuto 84 de partido. De hecho, Ancelotti iba a dar entrada a Álvaro Odriozola por Marco Asensio, pero finalmente el galo pidió la sustitución, ya que estaba lesionado. En el banquillo, los servicios médicos del Real Madrid le aplicaron hielo y, una vez terminado el partido, cojeando entró en el terreno de juego para pedir explicaciones al jugador de Getafe tras la dura entrada que le había hecho.
