Liga Santander: Real Madrid–Leganés

El Madrid saca el hacha por Halloweeen

El Real Madrid goleó 5-0 al Leganés.
El Real Madrid goleó 5-0 al Leganés.

El Real Madrid sacó el hacha antes de Halloween y pasaportó a un paupérrimo Leganés en menos de diez minutos. Rodrygo abrió el marcador y Kroos hizo el 2-0 en e minuto 7. Después, un par de penaltis obscenos de los visitantes terminaron de sellar el 4-0 que abrochó Jovic con la manita final en el partido más cómodo para Zidane desde su regreso al Bernabéu.

Messi ya ha terminado su pretemporada y esa es una mala noticia para el Real Madrid. La peor. El Bernabéu lo detecta. El Barça ha puesto esa marcheta estilo Indurain y no tiene pinta de que le aguante nadie. Y menos un Madrid que ha sido tercero en las dos últimas Ligas y que ha no deja de echar en falta a Cristiano Ronaldo. Sin la pegada de CR7, los de Zidane han pasado de ser un tequila a una cerveza sin alcohol.

Quizá por eso Zizou se dejó de rotaciones ante el Leganés y repitió el once de Estambul, más fiable que brillante. Un equipo con Fede Valverde y Rodrygo, dos figurantes más que actores secundarios que han acabado por hacerse un sitio en la película del Real Madrid por la incompetencia del resto del reparto.

También tiraba Zidane de su columna Ramos-Casemiro-Kroos-Benzema, que ha sufrido la pérdida (ya veremos si irreversible) de la vértebra Modric, más pendiente de lesionarse con Croacia que de jugar con el Real Madrid. Y jugaba Hazard, al que el Bernabéu lleva esperando desde el verano pero que no termina de sacudirse su pesada carga. No me entiendan mal. O sí.

Salió a mandar el Real Madrid y a obedecer el Leganés. El mando blanco pronto dio réditos de gol. Fue una jugada gestada entre Rodrygo y Benzema en la que también participaron como autores secundarios Hazard y Marcelo, quien asistió finalmente a Karim para que el francés la prolongara al área y el brasileño la empujara por la espinilla. Rodrygo tiene justo lo que le falta a Vinicius: el gol.

Sentencia por la vía rápida

Era el minuto 5 y dos minutos después caería el segundo. Volvería a aparecer Benzema en ese puesto de delantero total que se mueve con libertad por cualquier sitio. Karim desbordó a sus pares del Leganés y dio el pase de la muerte para que Kroos, que llegaba de segunda línea, sólo tuviera que empujarla para hacer el 2-0.

Con el partido perdido sin bajarse del autobús el Leganés decidió echarse al monte. Más espacio para que el Real Madrid pudiera correr. Era un partido para que Carvajal y Marcelo, que partían muy abiertos, se lucieran como en los viejos tiempos. El brasileño se gustaba formando dueto con Benzema. También Kroos, liberado de obligaciones defensivas con la presencia del soldado Valverde, se asomaba al área y buscaba su particular doblete, que tuvo cerca antes del 20. Igual que Benzema en un acrobático debate.

Un minuto después llegó un grosero penalti del portero Soriano sobre un Hazard que también empezaba a disfrutar con espacios. Era el turno de Sergio Ramos, que también quería su golito. No lo tuvo porque su lanzamiento televisado lo repelió el portero del Leganés. El VAR dijo que había que repetirlo porque Soriano se había adelantado. Fue de cogérsela con papel de fumar. En la repetición Ramos repitió paradinha y esta vez sí marcó. 3-0 y Soriano de portero.

Se gusta el Madrid

Antes de la media hora volvería a aparecer Rodrygo por la derecha para sentar a su par y dejar un gol cantado a Valverde, que apareció de la nada para mandar a las nubes el 4-0. Era más fácil meterla que fallarla. Se lamentaba el uruguayo al tiempo que se gustaba el Real Madrid, con un juego ágil y alegre con el viento a favor.

Acumuló ocasiones y las falló, sobre todo Benzema, tan desatado y ubicuo como poco certero. El francés quería su golito y hasta le dejó Ramos tirar una falta estilo Messi… pero alta, claro. Y entre ocasión y ocasión sobrevino el descanso. Bocata y a seguir.

Comido y digerido el descanso, reaparecieron sobre el verde Real Madrid y Leganés para jugar 45 minutos de la basura. Los de Zidane no necesitaban hacer más sangre y al Leganés sólo le quedaba mantener cierto punto de vergüenza torera. La cuestión era que fueran cayendo los minutos sin más. Y vive Dios que caían, porque completamos la hora de partido sin que ocurriera nada reseñable.

45 minutos de la basura

Justo entonces a Zidane le sonó la alarma para meter a jugar a Modric y dar descanso a Kroos. Un disparo al palo de Benzema después de una pared con Hazard fue el aviso en el 66 de que el Real Madrid quería algún golito más. Que cayó merced a otro penalti sin discusión de Bustinza sobre Modric. Lo marcó Benzema, que inmediatamente fue sustituido por Jovic. El serbio marcó pero estaba en fuera de juego. Isco por Valverde fue el tercer cambio de Zidane en el 74.

No hubo mucho más que contar más allá de que Jovic marcó el quinto en un partido que apenas duró 10 minutos. O menos. El Leganés salió derrotado al Bernabéu y el Real Madrid ni siquiera necesitó apretar el acelerador. Partido cómodo para los de Zidane y hasta Courtois hizo tres paradas. Para que vean.

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