La situación de Hazard ya es un problema real. El club no está contento con el momento que vive el belga, que apunta a que no podrá estar a disposición de Zidane para el comienzo de la temporada. Después de un primer año como madridista donde las lesiones le machacaron, nadie quiere que este curso que está a punto de empezar arranque torcido para el jugador, algo que parece complicado de evitar.
Hazard sufrió dos lesiones de gravedad el pasado año. La segunda le obligó a pasar por el quirófano. El club llegó a descartar que jugase algún minuto, pero el coronavirus retrasó el final de la competición y Eden pudo participar en el tramo final de la Liga, no sin dificultades. Un golpe ante el Espanyol le dejó renqueante, lo que le obligó a perderse cuatro de los últimos seis partidos del campeonato liguero. Se recuperó para la Champions, pero en Mánchester ni fue la estrella que el Madrid fichó ni estaba recuperado.
La temporada acabó y Hazard se fue de vacaciones. Durante el descanso el Real Madrid no le perdió de vista y esperó un gesto del jugador en forma de negativa a su selección que nunca llegó. Al contrario de otros compañeros como Modric, Odegaard o su compatriota Courtois, que regresó antes de que Bélgica jugase el primer compromiso de la Liga de las Naciones, Hazard ha estado hasta el final con los de Roberto Martínez a pesar de que no ha disputado un minuto.
De hecho, su seleccionador fue el que desveló tras el encuentro frente a Islandia que con Hazard hay que tener “paciencia porque el jugador no está al ritmo de partido”. “Necesita trabajo personalizado. Está médicamente al 100% pero no tiene ritmo todavía», añadió el preparador, que fue el primero en entender que no está para jugar un solo minuto.
Odegaard, el buen ejemplo
El Real Madrid pone como ejemplo de lo que se debe hacer cuando uno está lesionado a Odegaard. El noruego terminó la temporada con la Real Sociedad sufriendo molestias en la rodilla, tuvo un merecido descanso y después se fue a Granada para comenzar a recuperarse en el CAR. Y además, prefirió no ir con su país para estar desde el primer día a las órdenes de Zidane y, sobre todo, de Dupont y los servicios médicos. La profesionalidad de Martin ha surtido el efecto esperado y cada vez está más cerca de recuperar su mejor nivel. Es decir, todo lo contrario de lo que ha hecho Hazard.