El Real Madrid continúa llevándose palos en forma de decisiones arbitrales contrarias. El conjunto blanco no puede disfrutar de un penalti desde el 24 de octubre, en el Clásico del Camp Nou, y en las últimas semanas ha visto como los árbitros le apartaban de la ruptura de esta racha con sendas acciones en las que se vieron claramente perjudicados.
Después de lo acontecido en el derbi madrileño ante el Atlético de Madrid, donde Hernández Hernández obvió al VAR para no señalar un penalti, claro y manifiesto, del Atlético por manos de Felipe Monteiro. El colegiado canario, que no señaló la pena máxima de primera instancia, acudió al monitor, avisado desde la sala VOR, pero decidió tomar su propio camino y apartar al Real Madrid del penalti que merecía.
Seis días después, el Madrid regresaba a la competición en Liga y de nuevo con polémica. En esta ocasión el árbitro era el rookie Figueroa Vázquez, que también iba a perderse una falta clara en el área rival del Real. Sergio Ramos era claro objeto de falta por parte de Iván Marcone, que agarra deliberadamente al camero. Sin embargo, el trencilla señaló una falta previa, inexistente, de Sergio, y el VAR no se atrevió a modificar el veredicto.
Zinedine Zidane valoró en rueda de prensa el penalti sobre Ramos, siempre manteniendo el respeto sobre el colectivo arbitral. «De todas formas, ahí no me voy a meter. El árbitro hace su trabajo y nosotros intentamos hacer el nuestro. Vi la jugada, a nosotros nos parece que hay algo, pero al final el árbitro decide otra cosa». Emilio Butragueño, crítico tras el derbi, prefirió ser más comedido. «Se lo dejo a los expertos, son los que lo ven desde distintos ángulos. Puede resultar llamativo, sin duda», afirmó el director de relaciones institucionales del club.
De forma interna, en el club se respira un clima de crispación con respecto a las decisiones de los árbitros, que no se ven beneficiadas por las últimas elecciones desde el Comité Técnico de Árbitros. No gustó la elección de Hernández Hernández, y el resultado dio la razón dentro del Madrid, y Figueroa Vázquez, debutante y con un único precedente, también ante el Elche, en el que dejó dudas, tampoco se presumía como la mejor alternativa.
Los últimos penaltis no señalados al Real Madrid –ante Atlético y Elche– no hacen sino engrosar una lista de infracciones obviadas por los árbitros y que se acerca peligrosamente a la decena. Antes de los últimos duelos, el Madrid también se vio perjudicado ante el Getafe, en un choque en el que, pese a la victoria, los blancos no pudieron disfrutar de un penalti después de un claro agarrón de Chakla sobre Casemiro, que ni Alberola Rojas sobre el césped ni Munuera Montero desde el VAR consideraron como algo punible.
Patadas, manos… tirones de pelo
El duelo entre Real Madrid y Alavés, de infausto recuerdo para los blancos, suma dos penaltis no señalados a la cuenta del conjunto blanco. El primero fue un tirón de pelo de Laguardia a Marcelo que el árbitro no vio y del que no informaron desde la Sala VOR. Además de ser penalti, era expulsión por agresión.
Aquel partido terminó con victoria del Alavés por 1-2, pero el signo del partido pudo ser el contrario si, antes del penalti no pitado sobre Marcelo, se hubiera señalado otro de Duarte sobre Hazard. El belga tuvo que abandonar el partido minutos después de la acción y estuvo un mes lejos de los terrenos de juego.
Anteriormente, otras dos acciones frente al Athletic también le dieron la espalda al Real Madrid. Una mano de Capa, que cortó un autopase de Vinicius, se perdió entre la normativa de sancionabilidad de este tipo de jugadas, pese a su claridad en la repetición. Otra mano, esta vez de Yuri, cortaba minutos después una internada de Carvajal. Ambas se marcharon sin castigo.
Elche, primer capítulo
Volviendo al último rival madridista, el Elche, en la ida se protestó y mucho a Figueroa Vázquez su doble rasero en acciones de área. Si bien señaló un agarrón de Carvajal, leve, a Barragán, no hizo lo propio en una acción similar en la que Josema obstaculiza a Benzema. Ni el árbitro ni el VAR quisieron entrar.
Dos jornadas después, bajo la nieve de Pamplona, el Real Madrid volvió a empatar, esta vez a cero. Pero el resultado contra Osasuna pudo ser otro. En la última jugada del encuentro, Casemiro entraba al área, buscando rematar un centro de Lucas Vázquez desde la derecha. No pudo hacerlo, al ser sujetado por Oier. Soto Grado no lo consideró, ni tampoco Medié Jiménez desde el VAR, completando la nómina de penaltis perdidos por el Madrid esta temporada.
