Con rotaciones, un equipo improvisado y bajo el diluvio universal en Valdebebas, el Real Madrid desató la tormenta perfecta para ganar sin despeinarse al Eibar mientras pensaba en el Liverpool. Asensio, que se marcó una hora de crack, abrió el camino del triunfo y lo cerró Benzema, que jugó el duelo andando. Casemiro fue el único titular que se tomó el partido en serio.
La alineación de Zidane era un sindiós. Un pandemónium absurdo de nombres, una macedonia sin criterio, que dejaba bien a las claras que al técnico del Real Madrid le importa un bledo una Liga que (seamos sinceros) tiene más perdida que Gabilondo las elecciones a la Comunidad de Madrid. Es la Champions o la nada. Y tiene una pinta tremenda de que va a ser la B. Dios, milagro mediante, no lo permita.
Sin Ramos, ni Carvajal, ni Hazard, los tres jugadores del Real Madrid que llevan más partidos en la enfermería que en césped, a Zidane le dio por dar descanso a Varane, Kroos y Vinicius ante el Eibar, sabedor que el partido que importa es el del Liverpool. La alineación, misteriosa e incomprensible a partes iguales, podía ser un 5-3-2, un 4-3-3 o incluso un 4-4-2, vaya usted a saber. Atrás jugaban Militao, Nacho y Mendy, un trío que en sí mismo inspira miedo pero para la afición propia más que para la delantera contraria.
Si los laterales son Lucas y Marcelo, la cosa tampoco es que mejore mucho. El centro del campo del Real Madrid se lo repartían entre Casemiro, Modric y un Isco que se ha quedado para los minutos de la basura. Arriba, Asensio, suplente y transferible, era el acompañante de Benzema. En realidad, además del portero, Zidane ponía ante el Eibar a cuatro titulares: Mendy, Casemiro, Modric y Benzema.
El Real Madrid, finalmente, apostó por el 4-4-2 con Isco y Benzema como delanteros. Precisamente Karim tuvo el gol del siglo para hacer el 0-1 en el minuto dos. Fue una cesión involuntaria de Pozo que le dejó mano a mano con Dimitrovic. Benzema se recreó en la suerte y, tras driblar al meta del Eibar, la mano del portero le quitó el 0-1. Igual que el colegiado en la siguiente jugada en la que Karim recibió una asistencia de Marcelo.
Perdona Benzema
Desmelenado el Real Madrid con el brasileño liberado de obligaciones defensivos, percutía por el costado zurdo como si fuera más de extrema izquierda que Pablo Iglesias. Pero fallaba en el remate final. Como Asensio en una falta lateral en el minuto 20 que se estrelló contra el larguero de Dimitrovic. El Eibar sufría y resistía. El Madrid percutía pero no marcaba.
Y así, con un dominio inane del equipo de Zidane, fueron pasando los minutos con la languidez insípida de quien hojea una revista en la consulta del dentista. Por hacer tiempo y tal. El Real Madrid fue levantando el pie y el Eibar respiró.
No por mucho tiempo, ya que en el 35 encontraron los de Zidane el 1-0 en una jugada colectiva en la que participaron casi todos los jugadores del Real Madrid y que finalizó Asensio con un maravilloso taconazo. El VAR anuló el tanto blanco por posición antirreglamentaria del mallorquín. Así que el Eibar volvió a respirar.
Por fin Asensio
Hasta que Marco Asensio volvió a aparecer para ejecutar en el mano a mano a Dimitrovic tras una recuperación magnífica de Casemiro y una asistencia con el exterior del brasileño. Soberbio Case, jugador capital en este Real Madrid, y magnífico un Asensio que hacía oposiciones al once titular ante el Liverpool.
El tanto calmó al Real Madrid y desarboló a un Eibar que sólo había sabido protegerse de los golpes. Al descanso los de Zidane se marcharon con el resultado y el partido encarrilados. Y al trantrán.
Arrancó la segunda parte con Asensio igual de desatado que en la primera mitad. Esta vez Dimitrovic evitó con una buena acción a mano cambiada el doblete del balear. Otra vez perdonaba el Real Madrid ante un Eibar roto que parecía entregar la cuchara.
Con viento a favor el Real Madrid empezó a dosificar pensando en el Liverpool. Sobre todo Modric y Benzema, que seguían en el campo de cuerpo presente. Zidane lo vio y quitó primero al croata por Kroos y luego a Asensio, que será titular ante el Liverpool, para meter a Rodrygo.
Sentencia Benzema
El Eibar estaba a un gol del empate, que pudo haberse metido en propia puerta Lucas Vázquez tras una cesión envenenada a Courtois, que corrigió su propio error y salvó el autogol bajo palos. Zidane movió el banquillo para quitar a Marcelo e Isco, agotados, y meter a a Arribas y Vinicius. Sobre Valedebebas se habían abierto los cielos y caía el diluvio universal. Faltaba Noé arriba con Benzema.
El asistente y el VAR anularon el segundo tanto del Real Madrid por posición de fuera de juego del canterano Arribas. Era el 70. Dos minutos después los de Zidane abrocharon su victoria merced a una buena jugada de Vinicius que cabeceó a la red Benzema con un remate picado. Colorín, colorado y a pensar en el Liverpool.
En los últimos minutos Zidane retiró a Benzema más por miedo a que se constipara que por otra cosa. Entró Mariano en el 80. Eran ya los minutos de la basura de un encuentro en el que el Real Madrid demostró oficio y un punto de seriedad que le van a hacer mucha falta el próximo martes ante el Liverpool. Aunque esa ya será otra historia.