El Real Madrid, ante la falta de mostrar su fútbol más excelso, se defiende con resultados en Champions. La victoria ante la Juventus de Turín por la mínima a las puertas del Clásico sirvió para defender la prestigiosa ventaja de permanecer entre los ocho primeros en la clasificación. Un premio que hasta ahora persiguen sin ningún bache para no volver a repetir lo que sufrieron la temporada pasada.
A diferencia de Carlo Ancelotti, el equipo se ha mostrado más centrado para no subestimar ninguno de los ocho encuentros. Desde que Weah rompió la portería de Courtois allá por la primera jornada, el Real Madrid no ha vuelto a dejarse caer. Venció al Marsella, goleó al Kairat y se impuso ante la Juventus. Nueve de nueve y colíder junto con Arsenal, Inter, Bayern y PSG. Solo les diferencia del resto en el balance de goles, factor que cobra mucha importancia en este sistema, pero que por ahora no preocupa si miramos la mirada atrás.
En el estreno del nuevo formato, la victoria ante el Stuttgart fue un espejismo que luego pagaron caro. De los cuatro siguientes partidos, perdieron tres de ellos: Lille, Milan y Liverpool. Un descenso en caída libre que sembró pánico en el club blanco, que veía peligro para clasificarse a los octavos de final, lo que hubiese sido una catástrofe. Eso les obligó a tener que jugar los dieciseisavos contra el Manchester City de Pep Guardiola. Para no volver a vivirlo, el Real Madrid aprendió.
Los tres puntos sumados ante los italianos son de oficio madridista. No mostrar la mejor versión, pero tirar de casta para que las cuentas salgan. Además de tener la ventaja de ahorrarse un partido, algo que agradece cualquier plantilla con la gran carga de minutos. Si terminase así la primera fase con el conjunto merengue quinto, los de Xabi tendrían un camino relativamente sencillo. En octavos podrían verse con Athletic, Eintracht, Chelsea o Sporting. De esta forma, se ahorraría huesos duros hasta los cuartos.
Lo duro en la Champions empieza ahora
Aún no es todo felicidad en Valdebebas en la Copa de Europa. En el horizonte quedan los dos partidos más duros, con la visita a Anfield para enfrentarse al Liverpool y recibir al City en el Bernabéu, sin olvidar el viaje a Grecia para medirse ante el Olimpiacos. Una vez atravesada la montaña rusa, jugará dos duelos más factibles ante el Mónaco en casa y cerrará en Lisboa ante el Benfica de José Mourinho. 15 puntos aún que pelear para no caerse de la cima que tan caro está siendo en la Champions.
Ganar el trofeo sigue siendo la máxima aspiración del Real Madrid, y más después de un verano de grandes inversiones y con un proyecto nuevo con Xabi Alonso al mando. De momento, caminar sin sobresaltos por Europa es una de las grandes noticias del primer tramo de la temporada.