Buenas noticias desde Valdebebas. Jaime Barroso (17 años, 2007) renovó su contrato con el Real Madrid. Menos de un año después de haber firmado su primer contrato profesional con los blancos y ser blindado con una cláusula de 50 millones de euros, el joven madrileño decidió alargar su vinculación con Chamartín.
«Un orgullo y muy feliz por firmar la renovación con el mejor club del mundo. Seguiré trabajando sin descanso para seguir cumpliendo sueños en mi casa muchos años más», apuntó el adolescente en sus redes sociales. Un día antes de renovar, gol contra el Atlético de Madrid en el miniderbi . El ariete del Juvenil A de Arbeloa está siendo la gran sensación de esta temporada, aunque no es la primera vez que impresiona.
El arranque de temporada de Jaime ha sido arrollador. En los dos primeros partidos de la División de Honor Juvenil (Grupo 5), tres goles. En el debut, contra el Alcorcón, un zarpazo. Frente a Las Rozas, doblete. Como si fuese poco, el delantero siguió imponiendo su reinado en el campeonato. En ocho partidos de Liga, el ariete enjauló 10 goles, siendo así el pichichi de Arbeloa.
En otros números, el ‘9’ marca cada 64 minutos. El único frenazo surgió en el parón internacional de octubre. Con la sub-18 española, el atacante se lesionó contra Rumanía, lo que le valió unas tres semanas de baja. Volvió contra el Milan en la Youth League y en el partido liguero posterior, contra el Diocesano, otro doblete.
Jaime es una pesadilla para las defensas, y eso desde siempre. Después de formarse en equipos humildes como el Periso y el Sporting Hortaleza, es en la 2021-22 que el madrileño se une a la cantera de un club profesional, concretamente a la del Rayo Vallecano. Empezó como extremo izquierdo pero rápidamente fue convertido en delantero centro, y con razón. En su única temporada como rayista, el delantero enjauló 29 goles con el Cadete B. Unos números impresionantes que le llevaron al Real Madrid, aunque Barcelona, Valencia y el Atlético de Madrid también insistieron. Pero el corazón de Jaime siempre fue blanco, desde su más temprana edad.
Viaje a Milán «sin pegar ojo»
La pasión madridista persigue a la familia Barroso. En el 2016, para la final de la Champions League frente al Atlético de Madrid en Milán, Jaime y los suyos hicieron el viaje hacia Italia. 11 horas de carretera. Sin embargo, el pequeño de ocho años no durmió un minuto. Empoderado por la adrenalina de vivir una final como esta, el futuro madridista se repasó toda la historia del club de sus amores durante todo el trayecto.
«Jaime se hizo todo el viaje a Milán para ver la final de la Champions sin pegar ojo y viendo en la tablet todas las finales en bucle», cuenta su entorno al OKDIARIO. Y, después de que el Real Madrid gane su 11ª Copa de Europa, tocaba analizarlo, durante 11 horas de nuevo. «A la vuelta, Jaime estuvo comentando todo el partido una y otra vez», explican.
En su primer año en el Real Madrid, Barroso recopiló 35 dianas, repartidos entre el Cadete A y el Juvenil B. El año pasado, Jaime ha ido alternando con los Juveniles y pudo estrenarse con Arbeloa. En 15 encuentros con el ex madridista, el atacante jugó un poco más de 600 minutos y anotó tres goles. Como jugador, Jaime Barroso es un nueve puro. Intratable en la búsqueda de espacios, el delantero tiene un gran olfato de killer. Es poco habitual verle fallar un mano a mano. A esas características se suman su potencia y su rapidez. Algo que ya pudieron ver las inferiores de la Selección ya que es un habituado desde la sub-16.
Jaime tiene las cosas claras, quiere seguir creciendo como futbolista y hacer historia en el Real Madrid. Sin embargo, hay que tener un plan B, por si acaso. Su sueño es debutar algún día en el Santiago Bernabéu. Como todo chico que juega en La Fábrica, sería lo más. Pero por otro lado, los estudios le miran de reojo. Actualmente en segundo de Bachillerato, uno de los objetivos de Jaime es llegar a la universidad y meterse en una carrera relacionada con la economía.
