El PSG sigue en fuera de juego en el caso Mbappé. Los dueños qataríes del club parisino no entienden que desde el Bernabéu no haya habido ni una llamada ni una oferta ni un movimiento por el jugador en 40 días y aún esperan una propuesta de última hora del club blanco para intentar el fichaje de Mbappé sobre la bocina.
El Real Madrid, mientras tanto, sigue contemplando el culebrón Mbappé como espectador y con un cubo de palomitas. En el club blanco saben desde el minuto uno que la intención del futbolista es cumplir su contrato con el PSG, cobrar hasta el último euro de su salario y de sus multimillonarias primas de renovación y fidelidad –en total, más de 225 millones de euros– y después quedar libre en junio para decidir si esta vez ficha con la carta de libertad por el Real Madrid.
Quedan 11 días para que cierre el mercado de fichajes en España y el Real Madrid no tiene intención alguna de mover ficha ni de llamar al PSG. Menos aún cuando a Mbappé ya le han levantado el castigo de apartarle junto a los “indeseables” e incluso ha debutado, por supuesto con gol, con el equipo de Luis Enrique el pasado sábado ante el Toulouse.
Mbappé, erre que erre
En Qatar siguen en sus trece con Mbappé. Sólo manejan dos escenarios: que renueve o que se vaya traspasado por una cifra “escandalosamente escandalosa”. El primer escenario parece descartado ante la firmeza del jugador con su “no es no”. El segundo, el traspaso multimillonario, depende de un Real Madrid que no tiene intención alguna en sacar la chequera para afrontar una operación que se iría a unas cifras enormes.
Y mientras el PSG espera una oferta del Real Madrid que ni llega ni parece que vaya a llegar en los días que restan de mercado, Mbappé sigue a lo suyo. Debut con gol y mensaje para congraciarse con la afición del Parque de los Príncipes en una temporada, su última en París, que puede hacerse muy, pero que muy larga para todo el mundo.