Fin de semana de vergüenza para el fútbol español y para la Liga de Tebas. Si el sábado empezaba con el lamentable homenaje de San Mamés a un alpinista que ascendió al Everest hace 44 años y decidió celebrarlo haciendo apología de la banda terrorista ETA, horas después, en Galicia, más concretamente en Vigo, un grupo de aficionados del Real Madrid fueron agredidos en las inmediaciones de Balaídos por portar una bandera de España.
No eran ultras ni violentos, eran personas normales, de entre 50 y 58 años, que habitualmente acompañan al Real Madrid en España y en Europa. El motivo que provocó esta lamentable agresión fue el de portar banderas de España con el escudo del conjunto blanco. Una de las víctimas ha relatado lo sucedido en OKDIARIO, plasmando cómo estos radicales dieron una paliza a uno de sus acompañantes en medio de la calle para arrebatarle la bandera, mientras que a ella se la arrancaron.
Este grupo de cinco personas, socios del Real Madrid, fueron agredidos en los aledaños del estadio. Tras recoger las entradas en el hotel en el que el conjunto blanco reparte los tickets a los aficionados que viajan a ver al equipo, se cruzaron con un grupo de unos 20 ultras del Celta, que se congregaban en la calle Manuel de Castro. Al grito de «¡puta España!», «¡puta Real Madrid!», «¡madridistas de mierda!», o «¡hijos de puta!», se acercaron a ellos.
Llegó entonces un momento en el que, como cuenta esta aficionada, pasaron a la acción: «Aparece un hombre por detrás, me coge la bandera y me la quita. Yo empiezo a tirar de ella y, bueno, aparecen por lo menos otros siete u ocho, a un amigo mío le tiran al suelo y le empiezan a patear».
La escena que esta socia del conjunto blanco vivió le provocó un ataque de nervios. Aunque la peor parte se la llevó una amiga suya, que fue a ayudar al hombre al que estaban pegando en el suelo: «Mi amiga fue a ayudarle y, en ese momento, coge uno y le pega una patada en plan kung-fu. Le pega una patada en el pecho que no os lo podéis imaginar».
Fue entonces cuando tuvieron que huir a la carrera y pedir asistencia policial. Cuando acudió la Policía Nacional, dieron parte de lo sucedido y, una vez en Madrid, han denunciado los hechos y los agredidos han acudido al hospital para que les hagan un parte de las lesiones que les produjeron los radicales del Celta, ya que los dolores son muy fuertes. «Tiene moratones en el lado de del muslo y en la zona del bazo, también le patearon ahí», revela esta aficionada.
Los hechos que sucedieron en Vigo ponen de manifiesto la violencia de los aficionados más radicales, algo que ya se ha vivido en diversas ocasiones esta temporada en varios estadios de España. Aunque esta socia del Real Madrid señala que es la primera vez que les sucede un episodio así, pero explica que no fueron los únicos que sufrieron esta violencia: «Nos cruzamos con más madridistas y un chico nos contó que también se le acercaron dos violentos. Él también llevaba una bandera de España con el escudo del Madrid y le dijeron que se la diera. De repente aparecen cinco encapuchados y les dicen que les da la bandera por las buenas o por las malas y el chico, por no tener problemas, pues se la tuvo que dar».
Recalca que, los aficionados del Real Madrid que acudieron a apoyar al equipo en Vigo no eran ni mucho menos radicales, aunque estaban vigilados de cerca por la Policía. «Si no había 15 o 20 lecheras… increíble. Para nosotros sí, que éramos gente absolutamente normal. Sin embargo, para donde se ponen los ultras del Celta, ahí no había absolutamente nadie», denuncia.
«La mayoría (éramos) peñas de gente mayor de Galicia y gente joven, poquísima. De Ourense, venía mucha de Pontevedra… La policía mismo nos dijo que es que era increíble, que sabían perfectamente que estaban ahí los ultras y que nunca mandaban dotaciones para esa zona», señala la aficionada del Real Madrid, a la que obligaron a quitarse su bandera de España los ultras nacionalistas del Celta.
«Llevo mi bandera de España con mi escudo del Madrid, que creo que como española no voy provocando absolutamente a nadie», relata a OKDIARIO. Además, afirma que nunca ha sufrido un episodio parecido: «Viajamos muchísimo y en la vida nos ha pasado. En Múnich la gente haciéndose fotos con nosotros, en Las Palmas el año pasado, en Braga…».
Ningún tipo de problema hasta que han dado con nacionalistas radicales gallegos. «Eso es lo que ocurre con gente que son unos desalmados. Lo que crea el nacionalismo, que es que violencia y odio. Es lo único que es», señala. «Y luego en Bilbao se homenajea a un alpinista que ha subido una bandera con el símbolo de ETA. En este país está todo al revés», finaliza.