El Real Madrid a lo largo de su historia ha tenido varias delanteras de leyenda. La más reciente fue la BBC, un tridente formado por Bale, Benzema y Cristiano capaz de ganar cuatro Champions en cinco años. Antes, el Bernabéu se deleitó con Raúl y todos los galácticos que tuvo a su alrededor o con La Quinta del Buitre y unos compañeros de lujo. Pero la primera, la que siguen recordando los más antiguos del lugar, es la que lideró don Alfredo di Stéfano. Un ataque compuesto por cinco jugadores que fue capaz de dominar Europa durante un lustro y en el que Paco Gento siempre fue protagonista.
Aquella delantera se sostenía sobre la figura de Di Stéfano, pero por el carril izquierdo siempre estaba un cántabro que es historia del deporte rey. Gento fue una pieza fundamental y el compañero inseparable de La Saeta. De hecho, don Alfredo tuvo que convencer a Santiago Bernabéu para que no cediese al cántabro nada más llegar a la capital de España.
Di Stéfano fue clave en la adaptación de Gento al Real Madrid y aconsejó a Bernabéu para formar un ataque de leyenda. También recomendó el fichaje de Héctor Rial, al que conocía perfectamente; vio con buenos ojos la llegada de un Kopa que aterrizó en el Bernabéu como estrella y apoyó la contratación de Puskás a pesar de tener 31 años. Estos cinco jugadores formaron un Quinteto Mágico durante la temporada 1958-1959, la de la cuarta Copa de Europa que conquistaron en Stuttgart ante el Stade de Reims.
No obstante, en cada una de las cinco finales hubo una delantera diferente en la que siempre repitieron dos jugadores: Gento y Di Stéfano. Joseíto, Marsal, Di Stéfano, Rial y Gento formó en 1956; Kopa, Mateos, Di Stéfano, Rial y Gento en 1957; Kopa, Joseíto, Di Stéfano, Rial y Gento en 1958; Kopa, Mateos, Di Stéfano, Rial y Gento en 1959; Canario, Del Sol, Di Stéfano, Puskás y Gento en 1960.