El Milan intentó a finales de agosto recuperar al Brahim Díaz, que jugó las dos últimas temporadas cedido en San Siro, y que fue recomprado por el Real Madrid este mismo verano. Ancelotti apenas está contado con él y no hubiera puesto ninguna pega a su salida, pero ni el jugador ni el club blanco se plantearon una salida.
El Real Madrid ejecutó este verano la opción de recompra por Brahim Díaz, que había pasado las dos últimas temporadas cedido en el Milan con un notable crecimiento, aunque un rendimiento un punto irregular. No fue una petición de Ancelotti, al que no termina de gustar el mediapunta malagueño, sino una decisión estratégica del club, que le renovó hasta 2029 tanto por la proyección del jugador como para garantizarse una posible venta en el futuro.
Brahim Díaz no ha contado demasiado en los primeros partidos oficiales para Carlo Ancelotti. Y eso que en el Real Madrid se han ido más jugadores de la parte ofensiva de la plantilla (Benzema, Asensio, Hazard y Mariano) de los que han llegado (solamente Joselu y el propio Brahim). Pero Carletto ha preferido colocar a Bellingham como falso nueve en lugar de poner a Brahim en la línea de tres delanteros junto a Rodrygo y Vinicius.
Brahim, el último de la fila
Apenas unos ratos como suplente contra Almería y Getafe es el escaso bagaje que presenta hasta ahora Brahim después de las cuatro primeras jornadas ligueras del Real Madrid. Y esos pocos minutos podrían volver a reducirse cuando se recupere Arda Güler, el joven mediapunta turco que sí enamora a Ancelotti y que tuvo que pasar por el quirófano hace algunas semanas.
Por eso el Milan intentó cerrar una operación exprés en la que valoraban incluso una nueva cesión para recuperar a Brahim Díaz. La situación era precipitada y casi imposible, porque el propio futbolista quiere darse unos meses, al menos hasta que vuelva a abrirse el mercado en enero, para intentar triunfar en el Real Madrid. No quiere más cesiones y sabe que si sale del Bernabéu será, esta vez sí, sin billete de vuelta.