Se puede afirmar que el regreso de Ferland Mendy al once titular del Real Madrid ha cambiado notablemente el devenir del equipo en la presente temporada. El curso para los de Carlo Ancelotti empezó en modo ruleta rusa. Marcaban goles casi sin esfuerzo, pero también sin muchas dificultades para sus rivales los encajaban a Courtois. Como ejemplo el partido ante el Levante perteneciente a la segunda jornada de Liga, donde los blancos hicieron tres dianas, las mismas que recibieron de un equipo que es colista y todavía no sabe lo que es ganar tras 18 partidos.
Estos números preocuparon mucho al técnico, que no dudó en señalar a sus jugadores públicamente por el rendimiento defensivo que estaban mostrando. “Hay que estar más atentos en defensa. Es un problema de sacrificio”, aseguró el italiano tras aquella noche en el Ciudad de Valencia.
El Real Madrid fue sacando los partidos adelante dejando una sensación de fragilidad alarmante. Ancelotti era consciente de que tenía que reforzar el apartado defensivo de un equipo que no estaba rindiendo al nivel deseado. Entonces, llegó el encuentro de Kiev ante el Shakhtar Donetsk perteneciente a la tercera jornada de la fase de grupos de la Champions y todo comenzó a cambiar. Mendy, que había visto desde la enfermería los 10 primeros partidos de su equipo en la temporada por culpa de una periostitis tibial que se complicó más de lo esperado, volvió al once titular y los blancos transformaron su forma de jugar para siempre. Por primera vez se vio claro sobre el césped la utilización del bloque bajo que tan buen resultado le está dando a los madridistas. Defender juntos atrás y salir como flechas cuando se roba la pelota. Aquel encuentro lo ganaron por 0-5, pero lo que todavía no sabían es que iban a conseguir mucho más.
Desde aquel partido el Real Madrid sólo ha cedido dos empates, curiosamente a cero, ha sido capaz de conseguir un gran colchón en la Liga y se clasificó como primero de grupo para los octavos de final de la Champions. Pero lo más importante es que están mostrando una solidez que le permite ser candidato a todo y el francés tiene mucha culpa. Con Mendy el equipo no sólo no pierde, sino que casi no encaja. De los 1,2 goles que concedía el Madrid por partido ha pasado a permitir que sus rivales perforen la portería de Courtois 0,53 veces. Desde que el galo ha vuelto al once el belga sólo ha recibido siete dianas en Liga, donde es Zamora, y una en Champions. Unos números que dejan claro que el francés ha cambiado el día a día del equipo.
Con Mendy asentado en el lateral izquierdo, Ancelotti también ha encontrado una pareja de centrales que se conoció a principio de verano y que en estos momentos es una de las mejores del mundo. Militao y Alaba se entienden a la perfección y ya nadie se plantea que el austriaco tenga que formar en el lateral izquierdo, donde lo tuvo que hacer por culpas de las bajas al principio del pasado curso. Sólo falta que las lesiones le den un respiro a Carvajal para que el Real Madrid puede lucir una de las mejores zagas del continente.