El Real Madrid le ha endosado una ‘manita’ de títulos al Barcelona esta temporada. Si sumamos los trofeos conseguidos en las secciones de fútbol y baloncesto, el club blanco ha ganado por goleada (5-0) a su máximo rival, que por cuarta vez en este siglo ha consumado un año en blanco en ambos departamentos. Si el batacazo de los de Xavi Hernández fue duro, casi más todavía ha sido el de los de Roger Grimau, a los que tres de las siete derrotas que han sufrido ante el conjunto madridista le han costado un título.
El del Real Madrid no tardó mucho en llegar. El día 16 del pasado mes de septiembre, los de Chus Mateo se impusieron al Barça en la Supercopa de España ACB y llevaron a las vitrinas de Valdebebas la primera de otras cinco copas que estaban por llegar. Los de Carlo Ancelotti le recogieron el testigo a los chicos del basket, ganando el 14 de enero de este año la misma competición en Arabia Saudí, también contra el Barcelona, con goleada incluida (4-1).
Un mes y cuatro días después, el baloncesto desempató levantando la Copa del Rey en Málaga. ¿El rival? El mismo, el Barcelona de Grimau. Luego hubo dos meses huérfanos de títulos, pues en la Copa del Rey el Real Madrid cayó ante el Atlético de Madrid en cuartos de final. Fue el único de los dos partidos que perdió en toda la temporada. El otro fue en Liga, precisamente contra el equipo de Simeone.
Pero a principios de mayo, el día 4, el Real Madrid ganó al Cádiz en la jornada 34 del campeonato doméstico y esperó unas horas a que el Barcelona no le ganase al Girona en Montilivi. El escenario idóneo sucedió, los de Míchel golearon al conjunto blaugrana (4-2) y el club madridista se proclamó campeón de España dos años después.
Los cinco títulos… y el que está por llegar
Era el cuarto título del club en tan sólo nueve meses y el quinto y más importante estaba al caer. Antes se perdió en Berlín la Euroliga contra el Panathinaikos, pero la tristeza no duró ni 72 horas. Se acabó con el primer triunfo ante el Barça en la semifinal de la Liga Endesa. Antes de eso, el Real Madrid de fútbol había superado una dura semifinal contra el Bayern de Múnich y se clasificó para la final de Wembley, donde se enfrentó al Borussia Dortmund. Eso fue el pasado sábado 1 de junio, día en el que el equipo de Ancelotti salió vencedor y se proclamó campeón de Europa por decimoquinta vez en su historia.
Era el 5-0 contra el Barcelona, que todavía se llevó un palo más al día siguiente de la final de Londres. Además, en su pabellón, el Palau Blaugrana, un escenario en el que el Real Madrid no había sido capaz de ganar en los dos partidos previos de esta temporada y en el que el pasado domingo se clasificó para su cuarta final de Liga Endesa consecutiva. Lo logró gracias a un gran Facundo Campazzo, decisivo en el último minuto tras el partido más igualado de la serie.
Los de Chus Mateo se ganaron el derecho a luchar por el título liguero después de caer en la final del año pasado contra el Barça de Jasikevicius con un duro 0-3 en la serie. Su rival no lo conoce todavía. Será el que salga del cruce entre UCAM Murcia y Unicaja Málaga –líder de la fase regular–, el cual se decidirá a lo largo de esta semana. De ganar también esta final, el Real Madrid habría goleado al Barcelona por 6-0 esta temporada.
El año culé ha tenido color blanco tanto por la sequía de títulos como el verdugo en la pérdida de todos ellos. La de esta temporada 2023-24 es la cuarta vez en el siglo XXI que el Barcelona se queda a cero tanto en su plantilla de fútbol como de baloncesto. Las otras tres fueron en la 2019-20, el año de la pandemia en el que Quique Setién cogió un banquillo desocupado por Ernesto Valverde y encajaron una de las derrotas más duras de su historia, ese 2-8 contra el Bayern. Y las otras dos en la 2007-8 y en la 2001-02.
Las 10 derrotas del Barcelona contra el Real Madrid
Y en cuanto a enfrentamientos directos entre Real Madrid y Barcelona, en el baloncesto, siete de nueve cayeron del lado blanco, mientras que en el fútbol se consiguieron tres de tres: los dos de Liga (1-2 en Montjuic y 3-2 en el Santiago Bernabéu) y al que nos referíamos anteriormente en Yeda. Aparte de por los éxitos, la temporada blanca ha sido todavía más inmaculada al ser su máximo rival, el más damnificado de todas estas gestas.