El Madrid llega picado a Granada
El Real Madrid llega más motivado que nunca al partido contra el Granada. Las últimas actuaciones arbitrales no han hecho más que impulsar las ganas del equipo de hacerse con la Liga
A esto también hay que añadir la última trampa de Tebas: descansará 24 horas menos que el Atlético antes de la penúltima jornada
La plantilla del Real Madrid llega más motivada que nunca a Granada. El enfado del vestuario tras lo sucedido en el último partido, les ha encendido y ha provocado que se tomen como un reto aún mayor el ganar la Liga. Consideran que no lo tendrán nada fácil, más allá de la calidad de los rivales que tendrán enfrente, pero siguen pensando que, si ganan lo que queda, serán campeones. Y no van a desistir.
Aferrados con todo a la única competición en la que les quedan opciones, los blancos están obligados a ganar en Los Cármenes, para no ceder en su lucha por el título. Aunque a la vista de lo sucedido en los últimos meses, lo ven más que complicado. La sensación que hay en Valdebebas es que «todo es muy raro» y que tienen a todos los factores en su contra, lo que les obliga a imprimir un plus para terminar la temporada con el éxito esperado.
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En el seno del vestuario existen muchas dudas acerca de la imparcialidad de los colegiados, por lo visto en los últimos partidos, y temen que se sigan tomando decisiones en su contra, como ya sucedió frente al Sevilla. Pese a todo, no renuncian. La plantilla ha demostrado que competitividad no le falta, ni en los momentos más complicados, y frente al Granada saldrán con más picados que nunca, con un extra de motivación, alentado por los últimos acontecimientos.
Dudas con los árbitros
Aún colea en la plantilla la actuación del tándem formado por Martínez Munuera y González González. En el conjunto blanco consideran que ocurrieron una serie de acciones que se resolvieron en contra de los intereses madridistas, más allá del penalti de Militao. La rápida resolución del fuera de juego de Odriozola en el gol de Benzema o la no falta de Casemiro que desencadenó en el primer tanto sevillista, generan muchas dudas en un equipo que ya no sabe qué pensar.
No es la primera vez esta temporada que a la plantilla le invade ese sentimiento mezclado de impotencia y enfado. De hecho, se está convirtiendo en la tónica habitual de la presente temporada. Y, es que, lo sucedido ante el Sevilla fue sólo la gota que colmó el vaso. La discutible actuación de Martínez Munuera terminó de hacer explotar a un equipo que siente que lleva siendo perjudicado durante gran parte de la temporada.
Un pensamiento que es generalizado en todos los estamentos del club. No hay más que ver las reacciones tras el partido de Carvajal, Zidane o Butragueño. El más claro fue el lateral, que asistía al espectáculo arbitral desde la grada del Di Stéfano y, aunque el técnico y el directivo se contuvieron en sus formas, el enfado del club es una realidad.
La Liga, un desafío extremo
Las actuaciones de los colegiados están condicionando esta temporada el rendimiento del Real Madrid. Sin embargo, los jugadores se sienten con fuerzas para darle la vuelta a la situación y saber sobreponerse a las acciones polémicas señaladas en contra. La plantilla sigue confiando en sus opciones de acabar siendo campeones en esta apretada Liga e insisten en que, ganando todo, habrá alirón.
Pero no sólo las actuaciones de los árbitros está marcando el desarrollo del curso. El Real Madrid sufre desde hace varios meses una importante plaga de lesiones, que se ha elevado su contador hasta las 62 en los últimos días. No hay una jornada en la que los blancos no tengan un nuevo contratiempo y, aún así, siguen aspirando a ser campeones de Liga.
Tampoco está a su favor en este tramo final el calendario. La suerte quiso, en su día, que los madridistas afrontasen tres jornadas más complicadas que el resto de sus rivales por el título, con Granada, Athletic y Villarreal. Los tres tienen aún opciones matemáticas por entrar en Europa, aunque el punto a favor de los blancos está en que, en la última jornada, los de Emery estarán pensando más en la final de la Europa League que en el propio partido. A ello se suma la trampa de darle menos descanso que a sus rivales, de cara a la penúltima jornada, que se disputará con horario unificado. Y es que el conjunto madridista se encontrará con el Aeropuerto de Granada cerrado y tendrá que hacer el trayecto a Málaga en carretera para llegar a altas horas de la madrugada a Valdebebas. Todo ello jugándose la Liga a partir de las 18.30.
Con todos los condicionantes en su contra y con actuaciones más que discutibles por parte de los árbitros, el Real Madrid inicia su escalada hacia la Liga con más ganas que nunca. Los impedimentos les han llevado a tomarse como un desafío prácticamente extremo el ganar la competición y, para un equipo sin límites, no puede haber mayor motivación. Los de Zidane llegan picados a Granada, con sospechas acerca de la imparcialidad de los colegiados, pero confiados de poder superar todos los obstáculos en las tres jornadas que quedan. Igual que llevan haciendo desde el comienzo del curso.