El Real Madrid está muy preocupado con las situaciones que están viviendo Jesús Vallejo en el Wolverhampton y Andriy Lunin en el Valladolid. Dos jóvenes con una gran carrera por delante y llamados a ser importantes en un futuro no muy lejano que no están gozando de minutos, lo que tiene al club blanco muy intranquilo, ya que ve como la progresión de ambos se está cortando.
En el caso de Vallejo, el Real Madrid no entiende nada. El central está en un estado físico óptimo, las lesiones ya son cosa del pasado, se ha adaptado a la perfección al club, a la ciudad y está muy integrado con sus compañeros, pero Nuno Espírito Santo no cuenta con él. El central lleva sin jugar desde octubre y ni el club blanco ni su entorno entienden nada.
Y eso que a su llegada las cosas pintaban de una manera muy distinta. El Wolves tenía que disputar la fase previa de la Europa League y Vallejo contó con la confianza del entrenador portugués hasta el punto de que jugó los 90 minutos en la vuelta ante el Pyunik Yerevan y repitió en la siguiente eliminatoria, la última antes de acceder a la fase de grupos, frente al Torino. Después, de manera incomprensible, dejó de contar. No ha vuelto a jugar en la competición europea, en la Premier sólo suma dos participaciones -ante el Chelsea y frente al Southampton- y en la Carabao Cup, donde sí jugaba, el Aston Villa les apeó en la segunda eliminatoria, lo que le terminó de dejar sin hueco.
Esta situación ha molestado a un Real Madrid que se plantea seriamente romper la cesión el próximo mercado de invierno. La entidad presidida por Florentino Pérez busca la fórmula para que el zaguero pueda terminar la temporada en otro equipo en el que sí le den unos minutos que necesita. Ofertas no le faltan y desde España, Alemania, donde el Eintracht está a la cabeza, e Inglaterra le pretenden. Lo que es seguro es que es importante dar la vuelta a esta situación, ya que sin minutos los Juegos Olímpicos se complican para el aragonés, aunque cuenta con la confianza del seleccionador Luis de la Fuente, que ya se lo llevó al Europeo sub-21 del pasado verano, donde fue capitán, a pesar de haber jugado muy poco con los blancos, y porque por el Santiago Bernabéu se sigue teniendo mucha fe en un jugador que tiene la necesidad imperiosa de jugar.
Lunin, misma situación
El portero ucraniano vive una situación muy parecida a la de Vallejo y que ya sufrió el pasado año en el Leganés. Como pasó el curso anterior con Pellegrino, Sergio tampoco ha apostado por un Lunin que en el Valladolid sólo juega la Copa del Rey, lo que dificulta notablemente su progresión.
El guante de oro del Mundial sub-20 no tiene sitio en la portería de Zorrilla, donde Masip es intocable, y el Real Madrid trata de buscarle otro equipo que sí le de la oportunidad de jugar. El Almería o el Dnipro están muy pendientes de su situación, pero, tal y como sucede con Vallejo, los blancos deberían llegar a un acuerdo con los de Ronaldo para romper la cesión.