El Real Madrid ha metido la directa esta temporada. El conjunto madridista, pese a las innumerables bajas, está aprovechando al máximo las oportunidades y se mantiene vivo en los dos títulos en los que tiene opciones este curso. Los blancos han remontado el vuelo, tras el bajón que sufrieron en enero, y se han recuperado de la misma forma que lo hicieron la pasada campaña, cuando tras el confinamiento, lograron alcanzar un nivel que les permitía sacar bajo mínimos sus partidos.
Si hay algo que están acusando esta temporada los de Zidane son las lesiones. La plaga que azota Valdebebas suma ya 37 bajas por problemas físicos desde que arrancara el curso a finales de septiembre. El técnico se ha visto muy condicionado a la hora de gestionar los minutos de su plantilla, sobre todo en estos últimos encuentros, lo que no ha impedido que el equipo consiga sacar adelante sus partidos.
Los madridistas recuerdan al equipo que logró en verano darle la vuelta a la clasificación y proclamarse campeón de Liga. Sin un fútbol superlativo, pero sí eficaz, los blancos dan síntomas de ser un equipo prácticamente invencible. Convertidos en un muro defensivo, con Courtois como galáctico y con un gran trabajo de la última línea, parece imposible batirles. En lo que se refiere al ataque, han conseguido que apenas se noten sus problemas a la hora de generar, aprovechando las pocas ocasiones que tienen para adelantarse.
Bajo mínimos, pero muy resolutivos
El Real Madrid vuelve a ser ese equipo rocoso que no convence del todo pero al que resulta prácticamente imposible superar. Los blancos compiten, sufren, pero ganan. Ya lo demostró el pasado año, ante las limitaciones evidentes por el apretado calendario y la alta carga de encuentros que tuvieron que abordar durante el mes que duró la Liga en su reanudación. Entonces consiguieron darle la vuelta a una situación que les había dejado en plena pandemia con desventaja respecto al Barça. Ahora, están aplicando el mismo método ante un Atlético que parece desinflarse.
A base de una sólida defensa y de un fútbol ofensivo más pragmático, Zidane ha encontrado la forma de tapar los problemas con los que cuenta. Si entonces fue el cansancio y la posible baja forma lo que supo solventar, en esta ocasión son las limitaciones evidentes a consecuencias de unas lesiones que no dan respiro a la mayoría de los integrantes de la plantilla.
El técnico ha conseguido convertir a los suyos en un bloque al que resulta complicadísimo encontrarle un resquicio. Los madridistas conceden poco y las oportunidades que dan al rival, son sacadas por Courtois. Bajo mínimos, están aprovechando sus ocasiones para convertirlas en puntos, lo que les ha permitido cambiar una mala dinámica que les acercó a una temporada en blanco y que ahora les ha lanzado.
Un ritmo difícil de seguir
Con un fútbol muy pragmático, transmiten la sensación de que van a dejarse muy pocos puntos de aquí al final de la temporada. Una presión que en su momento trasladaron al Camp Nou y surtió efecto y que ahora sienten los de Simeone. Los rojiblancos están acusando los esfuerzos de la increíble primera mitad de la temporada que hicieron y no están sabiendo aguantar ante un Madrid que huele la sangre y no desaprovecha la oportunidad.
El conjunto blanco volvió con la reanudación del fútbol de manera pletórica. De la misma forma que ahora, consiguieron encadenar diez victorias consecutivas que les permitieron no sólo remontar al Barça los dos puntos de desventaja, sino terminar sacándoles siete puntos a falta de una jornada. Una situación que están en disposición de repetir ahora.
El Atlético de Madrid llegó a contar con 10 puntos de ventaja al frente de la clasificación, teniendo además dos partidos pendientes. Pero no están pudiendo aguantar el alto ritmo de puntuación impuesto por los madridistas. Si en la primera vuelta, los rojiblancos no cedieron apenas puntos, los blancos están dispuestos a hacer lo mismo en la segunda para pelear hasta el final por el título.
Los madridistas han logrado vencer en sus últimos cinco partidos de Liga, que junto a los pinchazos de los de Simeone en los últimos encuentros, les ha permitido recortar siete puntos. En menos de un mes han conseguido situarse a tres puntos de la cabeza de la tabla y, con el derbi en el horizonte, amenazan con asaltar el liderato dentro de dos jornadas en el Metropolitano.
Los de Zidane han activado el modo post confinamiento y, con lo justo, están consiguiendo ir de tres en tres. Ni siquiera contar con nueve lesionados parece ser un problema para un equipo que está aplicando los automatismos del mes final de la pasada temporada para remontar el campeonato y aferrarse a una Liga que parecía decidida antes incluso de terminar enero.