La lesión de Eder Militao ha sido el enésimo jarro de agua fría que se ha llevado el Real Madrid en los últimos meses. Desde que cayó lesionado Courtois un lejano mes de agosto de 2023, han sido demasiadas veces en las que la entidad madridista se ha visto en esta tesitura. La última, con la grave dolencia del central brasileño, que estará nueve meses de baja y deja tocada a todas las esferas del club blanco.
Empezando por el vestuario, sus compañeros se reponen como buenamente pueden de un nuevo golpe a uno de los suyos. A un jugador muy querido. Si todavía lamentan la lesión de Dani Carvajal, alma de ese equipo, la lesión de Militao hace mucho daño a un vestuario que desde que vieron al central salir en camilla del campo, con las manos en la cara, retorciéndose de dolor y llorando, ha sido lo más parecido a un velatorio.
Vinicius, sin ir más lejos, rompía a llorar en el campo, mientras que Camavinga se alejaba todo lo posible con las manos en la cabeza. Un momento complicado que ha afectado mucho a una plantilla cansada de ver como los suyos tienen que superar una y otra vez lesiones de máxima gravedad.
El rompecabezas de Ancelotti
Esto, obviamente, también es un problema para Ancelotti y su cuerpo técnico. La línea más mermada del equipo esta temporada era la defensa, pero es que ahora, simplemente, faltan piezas para confeccionar una línea de cuatro titular. Faltan Carvajal y Militao, mientras que Vallejo, como ha quedado demostrado, no cuenta.
Ancelotti y su equipo buscan soluciones y una de ellas pasa por reconvertir futbolistas. Cuando no esté Lucas Vázquez, Valverde será el encargado de ocupar el lateral derecho. Tchouaméni, ahora lesionado, se puede ir olvidando de jugar en el centro del campo, ya que desde este momento y hasta nueva orden será central. Sólo el costado izquierdo está doblado con Mendy y Fran García.
También se abren posibilidades, como es mirar a la cantera. Siempre le cuesta a Ancelotti hacerlo, pero esperemos que tras ver el rendimiento de Raúl Asencio haya perdido este miedo. El jugador del Castilla saltó al campo por Militao y estuvo, simplemente, perfecto. De hecho, tuvo tiempo de dar una asistencia a Bellingham para que el inglés hiciese el primer gol de la temporada.
Una directiva obligada
Por último, la directiva también se ve afectada. Y mucho. Desde los despachos se lleva buscando un defensa desde que se lesionó Carvajal y no se ha encontrado nada que encaje con lo que quiere el club. El precio, siempre desorbitado, dificulta mucho las cosas, pero en esta situación están obligados a acudir al mercado de invierno. El Real Madrid sabe dos cosas, que sin fichar competir es imposible y que deberán rascarse el bolsillo más de lo deseado.