Había ganas de ver a Takefusa Kubo. El japonés, cedido en el Mallorca por el Real Madrid, llegaba a Valdebebas como una de las mayores amenazas del equipo visitante, que saltaba al Alfredo Di Stéfano con la necesidad de sumar los tres puntos para salir de las zonas de descenso.
A pesar de que no pudo evitar la derrota de los suyos, Kubo no decepcionó. El japonés dejó muy buenas sensaciones en el encuentro y, como viene siendo la tónica habitual en los últimos partidos, volvió a ser la principal referencia del ataque mallorquín. Dejó algunos detalles de su enorme calidad y demostró ser un jugador diferente dentro de un equipo que se encomendará a él para lograr la ansiada salvación.
Ante el Real Madrid, Vicente Moreno apostó por colocar al joven justo por detrás de Budimir, mucho más centrado de lo normal. En ese pasillo interior hizo mucho daño, participando más que de costumbre y poniendo en aprietos a la defensa del Madrid, sobre todo al goleador Sergio Ramos, que tuvo que medirse al ’26’ en varias ocasiones. Más tarde, después de los cambios de la segunda parte, se escoró a la banda derecha, desde donde también estuvo participativo. De esta forma, casi todas las acciones ofensivas del equipo visitante llevaron la firma de este jugador de 19 años, que cada día tiene mejor pinta.
90 minutos de continuo peligro
Kubo lleva cuatro titularidades en los cuatro partidos que suma el Mallorca tras la suspensión del fútbol español. Esta vez, como ante el Barcelona, Vicente Moreno mantuvo al japonés durante los 90 minutos. A pesar de la carga de minutos que lleva a sus espaldas, no se cansó de encarar durante todo el encuentro sin mostrar un ápice de cansancio.
Tras esta derrota ante el Madrid (2-0), el partido del próximo sábado ante el Athletic en San Mamés se convierte en otro final para los de Vicente Moreno, que confían en seguir contando con la mejor versión de Takefusa Kubo para mantenerse en Primera División.