El 26 de mayo de 2018 el Real Madrid fue la última vez que atacó con la BBC. En un escenario único como la final de la Champions que se disputó en Kiev y durante 28 minutos, el tridente ofensivo blanco estuvo formado por Bale, Benzema y Cristiano. Cuando restaba un minuto para que concluyera el duelo ante el Liverpool, Zidane dio entrada a Asensio por Karim y con este cambio se ponía punto final a uno de los ataques más letales de la historia blanca. 293 partidos, de los que 210 se saldaron con victoria, 784 goles y 13 título, entre los que destacan cuatro Champions. Palabras mayores.
Después, Cristiano se fue, Bale se fue apagando y Benzema se quedó sólo al frente. El francés ha estado durante dos temporadas huérfano, pero ante el Valencia el pasado 18 de junio algo cambio. Por primera vez Karim volvió a jugar con un tridente. Durante seis minutos, sí, pero suficientes para empezar a ver lo que puede ser el ataque que Zidane tenía en la cabeza a principio de temporada y que se rompió el 24 de julio junto a los ligamentos de Asensio.
Ahora, el Real Madrid podría poner a los tres desde el principio en el duelo del Manchester City en la vuelta de los octavos de final de la Champions. Lo que era un imposible en marzo es ahora una realidad que Zizou quiere aprovechar. Los blancos necesitan dos goles, como mínimo, para estar en cuartos y con los tres en un buen estado de forma la gesta está más cerca.
Un nuevo tridente
El Real Madrid ha tenido que esperar dos años, uno de transición y otro por la baja de uno de sus efectivos, pero la HBA ya es una realidad. No hay que compararla con la BBC, ya que ese tridente es incomparable e historia del club de las 13 Copas de Europa, pero el nuevo frente de ataque que Zidane irá juntando poco a poco en los próximos partidos quiere tener su propia identidad. La experiencia de Benzema, la magia de Hazard y la estrella de Asensio quieren hacer soñar a un madridismo que afronta el duelo ante los ingleses con ilusión tras ganar la Liga 34º.
Los seis minutos que los tres coincidieron sobre el césped, lo que tardó Asensio en volver a sentirse futbolista 330 días después y Zidane en dar descanso a Hazard, dieron motivos para soñar. Primero, porque Benzema y el belga se entienden a las mil maravillas. Y luego, porque Marco aporta gol y calidad a partes iguales. 30 segundos tardó en perforar la red rival el día de su vuelta y dos goles más ha hecho en los nueve partidos en los que ha participado, demostrando que ha vuelto a un gran nivel.