Hazard no estuvo presente en el estadio Alfredo di Stéfano viendo el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions que midió a Real Madrid y Atalanta ya que viajará en las próximas horas a Londres para que James Calder, su médico de confianza y que le operó en 2017 cuando era jugador del Chelsea, le revise la placa que tiene en el tobillo.
Según las pruebas y la opinión del médico, el jugador tomará la decisión definitiva, aunque en estos momentos su idea es pasar por el quirófano para desterrar de una vez por todas las lesiones que le están atormentando desde que es jugador blanco. Si finalmente Eden decide pasar por el quirófano, se perderá lo que resta de temporada con el club y su meta sería llegar a la Eurocopa que se disputará el próximo verano.
La situación de Hazard en el Real Madrid se está volviendo insostenible. Las lesiones no le permiten tener regularidad en su fútbol. En temporada ya se ha perdido 55 encuentros. O sea, cerca de triplicar las ausencias que tuvo en siete temporadas en el Chelsea en apenas año y medio de blanco. Unos números muy preocupantes que han llevado al jugador a decir basta.
Por ello, Hazard, que no termina de tener buenas sensaciones en su tobillo, tiene claro que lo mejor es volver a ser intervenido para retirar la placa que le colocaron en 2020 y olvidar de una vez todas las lesiones que tanto sufrimiento le están provocando. No obstante, hasta que no sea valorado en la capital de Inglaterra no tomará la decisión definitiva.
Mientras, los servicios médicos del Real Madrid y de Bélgica mantienen una relación tensa y más que ayudarse van a la gresca. Los galenos del combinado nacional están muy disconformes con la evolución de las lesiones de un Hazard que sabe que los de Roberto Martínez le esperarán todo lo que haga falta para que pueda disputar una Eurocopa en la que su país es una de las favoritas.