De nuevo noche de baile en Champions, y de nuevo con Real Madrid y Manchester City como bailarines sobre la tarima del Bernabéu. Ambos equipos afrontan la última parada de la carretera secundaria que supone el playoff previo a los octavos de final. La nueva entrega del derbi de Europa vale una clasificación a la siguiente ronda y también resolverá una dicotomía para Guardiola, seguir con vida o finalizar la aventura continental.
«Los jugadores tienen que darlo todo. No pueden jugar bien sin presión. El Bernabéu es lo que es. Independientemente de donde sea. Hay momentos en los que se va a sufrir. El resultado de la ida no es bueno, tenemos que hacer un partido perfecto. Atacar y marcar goles, esa es la idea. Otros años hemos tenido otros escenarios», asegura Guardiola.
El técnico español, hundido tras el 2-3 de la ida, llegó a decir que su equipo únicamente tenía un 1% de posibilidades de pasar de ronda. «Os mentí. No me creísteis. El comentario lo dije porque estábamos fuera y nadie daba un duro por nosotros y cuando pasan los días uno se anima. Intentaremos pasar. Carlo no me tiene que comentar nada antes del partido».
Guardiola también se pronunció sobre el torrente de interpretaciones y traducciones que ha levantado el comentario de Bellingham a Munuera. «Nunca he llegado a entender el ‘fuck off’ y el ‘fuck you’. Ha habido insultos desde que el fútbol es fútbol. El problema no es la traducción si no la interpretación. He visto que investigan a Munera. Dejarles en paz».
Un partido, el de este miércoles ante el Real Madrid, para el que Guardiola sigue sin poder contar con Rodri. «Siempre hemos sido un equipo que ha sido una máquina durante ocho años cada tres días. A un partido todo puede pasar. Sé lo que ha pasado este año. Pudimos haber perdido 0-3. Otros años teníamos que haber venido con siete de diferencia ¿La razón es Rodri? Puede ser porque es el mejor jugador del mundo. Gané un triplete con el Barça y ¿lo hubiera hecho sin Messi? Los entrenadores siempre tenemos problemas y este año no encontramos la manera y a ver si mañana podemos recuperarlos y dar la vuelta. Hay que jugar, tenemos que ajustar ciertas cosas y al menos, asustarles».
En la otra acera de Madrid, en la rojiblanca del Atlético, brilla un Julián Álvarez que hasta el pasado verano era futbolista del Manchester City. «No me siento responsable de su salida. El club me trajo un jugador extraordinario. El jugador quería minutos y se fue a jugar en el Atlético. Nos alegramos por la continuidad y los goles que mete. Me hubiera gustado que siguiera, pero teniendo a Erling costaba. Este año hubiera jugado más. Me consta que está feliz y es lo más importante», explica Guaridola.
Los ojos están puestos sobre los árbitros en el fútbol español tras las últimas polémicas, no así sobre el arbitraje continental. «No creo que afecte ni que haya presión sobre los árbitros. Este hombre lo quiere hacer bien porque te ve todo el planeta. Unas veces se equivocan y otras no. Nunca diría que mis jugadores no se vayan a enfrentar con el árbitro, pero intentaría que no se fueran hacia ellos. En algunas situaciones no sé quién es el árbitro».