Los aficionados del Real Madrid en todo el mundo están de enhorabuena por la 34ª Liga conquistada por su club y cuentan los días para el partido con el Manchester City, que les daría el pase a la siguiente fase de la Champions de este 2020 tan particular.
Serán muchos, quizá millones, los que ese día se enfundarán la camiseta como su particular escudo de batalla, para vivir la pasión del encuentro televisado, y no pocos los que se tapen la cara con la elástica en los momentos de tensión. Esa relación de los aficionados con sus camisetas y bufandas, tan íntimamente ligadas a ellos durante los partidos a lo largo de toda la temporada, ha encontrado, por culpa del coronavirus, un nuevo elemento para exteriorizar la adhesión al equipo: las mascarillas.
No hay equipo que no haya comercializado sus “mascarillas oficiales” y no sólo en la Liga, sino en todos los países europeos. Desde mediados de abril comenzaron los equipos europeos a comercializar las mascarillas oficiales; en España el boom llegó en mayo, destacando especialmente los equipos de Segunda División que vincularon sus mascarillas oficiales a proyectos solidarios. Hoy, tres meses después, parece haber bajado la demanda de mascarillas futboleras, sin embargo, la obligatoriedad de su uso en la Comunidad de Madrid y la Champions de la próxima semana podrían ser un nuevo empujón para este mercado. De entre las mascarillas con escudo y fin solidario, destaca la realizada por la Fundación Real Madrid con la Fundación Juan XXIII y Correos, a beneficio de los proyectos de la entidad social merengue con Cruz Roja. Destaca por ser social en su elaboración, en talleres donde trabajan personas con discapacidad y en sus fines: los proyectos con Cruz Roja. Pero destaca también por ser una mascarilla “eterna”, ya que es de tela de camiseta y se cambia el filtro a diario, de forma que no se limita a un número de lavados, sino que dura tanto como una camiseta.
La idea, explican fuentes de la entidad, es que después de comprar la mascarilla, que incluye los cinco primeros filtros, sólo tengas que comprar un paquete de filtros al mes, y así a la larga es la mascarilla más “ecoeficiente” por economía y por respeto al medioambiente, porque el paquete de 30 filtros solidarios cuesta 10,50 céntimos. de forma que, tras la inversión inicial, los siguientes meses el coste de ir seguro es de 30 céntimos al día. La mascarilla en sí, sin filtro, se lava en la lavadora como cualquier camiseta. Destacan en la entidad merengue que es más comprometida con el medioambiente porque sólo desechas la lámina de filtro cada día y no el total de la mascarilla, más económica a la larga, social en su elaboración y su finalidad, y de fabricación nacional. Mascarillas hay muchas en el mercado, pero hemos salido más tarde que el resto para que el producto cumpla todos los requisitos de seguridad, comodidad, eficiencia y economía, para que esté al alcance de todos y que dure.
El 7 de agosto serán muchos los que tengan el corazón en la boca en el minuto 90 del encuentro en Mánchester, con la mascarilla solidaria de la Fundación no sólo se apoya al equipo sino también a los más necesitados, es otra manera de tener “el corazón en la boca”.
Un éxito de ventas
La mascarilla ha tenido muy buena acogida entre el madridismo y apenas una semana después de su presentación ha alcanzado la cifra de 1.000 unidades vendidas. Este artículo combina la seguridad sanitaria con la pasión por el Real Madrid más solidario.