Vuelve el fútbol de selecciones y, como de costumbre, Gareth Bale vuelve con Gales. El jugador del Real Madrid regresa con su selección, después de no haber jugado un sólo minuto con el conjunto blanco desde mediados de septiembre por lesión. Puede parecer normal, pues se juegan ser segundos de grupo de grupo –plaza que da acceso a la repesca–, pero no. Gales ya está clasificada para la repesca del Mundial 2022, pase lo que pase en este parón, y sólo un milagro les permitiría ir más allá y obtener su billete directo para la cita que tendrá lugar en Qatar dentro de un año, pero no depende exclusivamente de ellos.
Por tanto, en este parón, el combinado que dirige Robert Page tiene dos partidos que apuntan a ser intrascendentes, ante Bielorrusia y Bélgica. Se encuentran en tercera posición del grupo, por detrás de los belgas y de República Checa. Sin embargo, su buen papel en la Liga de Naciones les permitirá acceder a la repesca, independientemente de su clasificación en el grupo. Sólo en un escenario conseguirían evitarla: si ganan sus dos partidos y si antes los de Roberto Martínez pierden ante Estonia. Si se da, entonces serían primeros.
Aunque su futuro apunta a que se jugará a partir de junio en los play-offs que otorgarán las tres últimas plazas de las que dispone UEFA para el Mundial de Qatar, Page ha decidido incluir a Bale en la lista. El propio seleccionador adelantó que estaría disponible antes incluso de que se supiese en qué condiciones llegaba al partido ante el Rayo. El jugador tenía el alta para entonces, pero los servicios médicos del club desaconsejaron por precaución su disponibilidad. Algo que no ha tenido en cuenta para marcharse a Cardiff.
Puede quedar libre en enero
En el Real Madrid están hartos de brindarle una oportunidad tras otra a Gareth Bale. Desde el club apostaron el pasado verano por incluirle en la plantilla, bajo la recomendación de Carlo Ancelotti. El italiano pensaba que podía llevarle a recuperar su mejor versión, que precisamente demostró con él en el banquillo, pero se equivocó. Hace tiempo que en la mente del futbolista el club ocupa un lugar secundario o terciario.
En la entidad el enfado con el galés es mayúsculo y, como ya adelantó OKDIARIO, se plantean incluso darle la carta de libertad el próximo mes de enero. No es para menos. Después de diversos episodios en los que ha menospreciado al club, su convocatoria para el actual parón sin conocerse aún si tenía el alta médica ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Bale acaba contrato con el conjunto blanco en junio de 2022 y las intenciones del club ya no son sólo las de no renovarle, si no las de rescindirlo antes de tiempo. La directiva ha dicho basta y el fin de la etapa del galés como madridista podría estar más cerca de lo esperado, lo que supondría un problema de cara al último objetivo que tiene en mente el atacante.
El único sueño que le queda a Bale es el de disputar un Mundial con Gales y lo antepone a cualquier cosa, incluso cuando lo que hay en juego es algo mínimo. Su intención es la de retirarse una vez agote su contrato, salvo que logre la clasificación para Qatar, que le llevaría a hacerlo en diciembre, una vez haya terminado. Un objetivo que vuelve a quedar claro con su presencia en la convocatoria de su selección, pese a que sacar en esta fase de clasificación el billete directo sea una quimera.