La final de la Supercopa de España que el Real Madrid perdió ante el Barcelona en Arabia Saudí evidenció que los blancos tienen muchos problemas. Los de Carlo Ancelotti se vieron claramente superados desde que Rüdiger cometió un error infantil en salida de balón que propició el primer gol de un Gavi que, simplemente, bordó el fútbol. A pesar de que durante media hora los madridistas habían mantenido la mirada a los de Xavi, en cuanto recibieron el primer gol se deshicieron como un azucarillo, dejando al descubierto todas sus carencias, que en este momento de la temporada son demasiadas para competir por cualquier título.
La defensa del Real Madrid volvió a demostrar que es tremendamente débil. La solidez de la temporada pasada los blancos no han sido capaces de encontrarla en ningún momento del curso, pero lo que más preocupa es que desde el regreso del fútbol tras el Mundial la situación ha empeorado notablemente. No estuvieron bien en Valladolid, donde Courtois salvó los muebles, fallaron en Villarreal para perder y volvieron a naufragar contra el Barcelona en la final de la Supercopa, donde recibieron tres goles en los que cometieron errores groseros que jugadores de nivel profesional no pueden cometer.
El primer gol fue un error doble muy infantil de Rüdiger. Primero, dando un pase tremendamente comprometido a Camavinga, que perdió el balón ante Busquets y que propició el tanto de Gavi después de que el alemán tampoco cerrase bien. En el segundo, fue Dani Carvajal el que se fue a la aventura dejando desprotegida su banda, por donde cabalgó Gavi para terminar cediendo a Lewandowski. Y en el tercero, fue Dani Ceballos el que dio un pase al centro mal dirigido que permitió a los azulgranas montar la contra.
El Real Madrid está tocado físicamente y Ancelotti lo reconoce. Pero el italiano es plenamente que la recomposición de un equipo que en estos momentos va a la deriva debe empezar por recuperar la solidez defensiva. Sin tiempo para reflexionar y entrenar llega el Villarreal en Copa del Rey y el Athletic espera en San Mamés en Liga, pero el técnico debe mejorar como sea si no quiere ver como en una semana pierden dos títulos y se pueden empezar a despedir de otro.