A estas alturas de temporada, nadie puede poner en cuestión el fichaje de Robert Lewandowski por el Barcelona. El delantero polaco ha disipado las dudas sobre su veteranía (34 años) a base de goles y encabeza la tabla de anotadores de la Liga Santander con holgura. Sin embargo, hay una cuenta pendiente que arrastra desde que debutó con la camiseta azulgrana y que aspira a saldar este domingo en la final de la Supercopa de España: su rendimiento ante rivales grandes de verdad.
Lewandowski fue el fichaje estrella del ‘proyecto de las palancas’ puesto en marcha el pasado verano por Joan Laporta, Mateu Alemany y Xavi Hernández. Necesitado de una última aventura en su carrera después de haberlo ganado absolutamente todo con el Bayern de Múnich, el ariete se empeñó en llegar al Camp Nou y consiguió su objetivo después de varias semanas de tira y afloja entre los clubes. Laporta ya tenía al flamante pináculo de su nuevo equipo.
A punto de alcanzar el ecuador de la temporada, ‘Lewy’ ya ha metido 19 goles en su zurrón de experto cazador, el último precisamente en esta Supercopa, cuando abrió el marcador frente al Real Betis. El resto de sus víctimas se reparten de la siguiente manera: 13 tantos en la Liga y otros 5 en la Liga de Campeones. Sin embrago, en la mayoría de las ocasiones ha sido caza menor, sobre todo teniendo en cuenta la magnitud del artillero.
Desaparecido en Múnich y Milán
Esa sequía frente los más poderosos ya la sufrió su equipo en el Clásico liguero del Santiago Bernabéu, donde su equipo sucumbió (3-1), y fue especialmente acusada en la Champions. Y eso que el polaco empezó el torneo con un triplete contra el débil Viktoria Plzen. El Barça se las prometía muy felices después de aquel debut, pero acabó cayendo de nuevo al pozo de la Europa League.
En tres de los cuatro duelos decisivos contra Bayern e Inter, Lewandowski se quedó sin marcar y el día que logró romper la mala racha, con su doblete frente a los italianos en el Camp Nou (3-3), finalmente tampoco sirvió para nada. Además, se perdió el reciente partido ante el Atlético de Madrid por sanción. Todavía más hambre para afrontar su segundo Clásico oficial.
