El Real Madrid despide este extraño 2020 con una nota alta, después de haber conquistado la Liga del coronavirus con un excelso tramo post-confinamiento, y con la posibilidad, mermada por la irregularidad del equipo, de repetir grandes títulos la próxima temporada. Sin embargo, el proyecto merengue adolece de una estrella que lidere e ilusione a la parroquia blanca, un fichaje que lidera los deseos madridistas para 2021.
Entre los nombres que copan las peticiones de los aficionados del Real se encuentra, como no podía ser de otra manera, Kylian Mbappé. El astro francés es el jugador deseado desde hace ya muchos años y al tiempo que se acerca el fin de su contrato con el Paris Saint-Germain, el Real Madrid tiene más opciones de ficharle. Los blancos han completado su trabajo a la perfección, y son la única opción de Mbappé en caso de que el galo, como parece, cambie de aires en busca de nuevas motivaciones.
El fichaje de Mbappé, sin embargo, sigue siendo tarea complicada para el Real Madrid. Las limitaciones económicas derivadas de la crisis del coronavirus provocan que los blancos no puedan hacer una oferta en las mismas condiciones que en meses anteriores, mientras el PSG sigue empeñado en quedarse a su gran estrella de futuro, pese al riesgo que puede suponer su salida como jugador libre al término de su contrato, en junio de 2022.
Por ello, a sólo un año del término, y sin aceptar la oferta gala, que sigue sobre la mesa, el verano de 2021 puede ser un momento perfecto para que el gran deseado llegue al Santiago Bernabéu. El PSG tendrá que plantearse aceptar una potencial oferta del Real Madrid por Mbappé, pese a que esta, debido a la cercanía del final del contrato, pueda ser sensiblemente inferior a las condiciones ideales.
Mbappé es el objetivo número uno en la cúpula madridista, pero si falla esta opción, Erling Haaland gana enteros como posible estrella que colme las expectativas del madridismo. El delantero noruego tiene el presente, el gol y el potencial suficiente para ser la estrella que abandere el proyecto merengue en los próximos años. Además, su perfil le permite ser complementario con una hipotética llegada de Mbappé, con el que formaría una dupla de ensueño.
En el tercer escalafón de deseos se encuentra Eduardo Camavinga, la otra gran promesa que puede cambiar de aires el próximo verano y sobre la que el Real Madrid también tiene ventaja sobre otros grandes de Europa. En el caso del internacional francés, su llegada vendría de la mano de la ampliación de la batería de centrocampistas, necesitada de un relevo de Casemiro y probablemente, uno de Isco. Camavinga no es ninguna de las dos cosas, pero su talento le permite ser una opción notable de presente, a la vez que una de las estrellas que se presume como dominadora en el futuro.
Por último, el Real Madrid sabe que debe afrontar el fichaje de un central, y aunque la lista es amplia, un nombre se desmarca como favorito y aparece entre los deseos para 2021. David Alaba es uno de los mejores defensas del planeta desde hace ya una década y su condición de jugador libre a partir del próximo mes de junio le convierte en una posibilidad real para la entidad del Santiago Bernabéu. Con 28 años, se ha asentado como un central referente en salida de balón, lo que sumada a su experiencia y velocidad le convierten en el regalo ‘low cost’ más deseado por los grandes. Su debe, el salario, donde deberá llegar a un acuerdo con el Real Madrid para cumplir el sueño de vestir de blanco.
Ramos condiciona el proyecto
Sin embargo, más allá de los fichajes, la prioridad del madridismo para 2021 es seguir viendo a su capitán liderando al equipo en la lucha por los títulos. Sergio Ramos finaliza contrato el 30 de junio y aún no ha llegado a un acuerdo con la entidad para ampliar su vinculación en el club al que llegó desde Sevilla con sólo 18 años. Ahora, camino de los 35, sus pretensiones y las del club parecen cada vez más cerca, pero hay un asterisco que aún debe ser solucionado y va de la mano con las peticiones de los aficionados de cara al proyecto de futuro próximo de la entidad.
Ramos acepta los dos años de ampliación de contrato, hasta 2023, y un salario similar al actual, teniendo ya en cuenta la reducción derivada de la crisis del coronavirus, acordada con el grueso de la primera plantilla. Sin embargo, Sergio quiere competir por todo en sus últimos años como profesional y por ello le pide al club una mejora de la plantilla, que les permita regresar al tope del favoritismo en todas las competiciones, sobre todo en una Champions League en la que el Real Madrid ha dejado de ser un gran candidato.