Cumbre en Valdebebas. El Real Madrid ha vuelto al trabajo este martes a las 16:00 horas con conversaciones pendientes. Los blancos suman tres partidos sin ganar en los que sólo han hecho un gol y en los que se han complicado notablemente sus aspiraciones de ganar la Liga y la Copa del Rey. Esta situación lleva a José Ángel Sánchez, director general del conjunto blanco, a reunirse con Carlo Ancelotti para analizar la situación deportiva del equipo y poner encima de la mesa las decisiones que no están gustando a la entidad.
El club quiere hacer saber a Ancelotti que no está conforme con la gestión de la plantilla. Desde la entidad no entienden el motivo que le ha llevado en los últimos partidos a no contar con Marco Asensio y a dejarle claro a Dani Ceballos que da igual lo que haga dentro del verde, ya que seguirá siendo suplente. En el Real Madrid son conscientes de lo difícil que es sentar a Kroos o Modric, dos jugadores de leyenda, pero también creen que el utrerano podría haber tenido más protagonismo, al igual que el balear. Ambos acaban contrato y en estos momentos desde las oficinas de Valdebebas creen que están más cerca de hacer las maletas que de renovar.
Tampoco ha gustado en el Real Madrid el empeño de Ancelotti en utilizar a Eduardo Camavinga en el lateral izquierdo. Desde la cúpula creen que el francés es diferencial en el centro del campo. No vieron con malos ojos que ocupase esta posición en una situación de emergencia, pero consideran que en el Benito Villamarín ante el Betis no era necesario.
Un enfado que viene de lejos
En la cúpula están molestos con Ancelotti desde el partido contra el Atlético del Madrid. OKDIARIO ya contó el malestar de las altas esferas del Real Madrid con el italiano por su gestión en un derbi que los blancos terminaron empatando gracias a un gol de Álvaro Rodríguez, la única buena noticia que han recibido los madridistas en los últimos partidos. En las entrañas del Bernabéu se le recriminaron sus acciones al italiano, algo que se repitió en el Benito Villamarín. Florentino Pérez mantuvo una charla con el técnico que obligó a Pellegrini a atender antes a los periodistas que el entrenador visitante.