Thibaut Courtois volvió al Santiago Bernabéu 29 días después. Desde el encuentro ante el Brujas perteneciente a la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions en el que sólo pudo disputar 45 minutos, después de sentirse indispuesto a la conclusión de una primera mitad en la que había recibido dos goles del conjunto belga, no había vuelto a defender la portería del Real Madrid ante su afición. Hasta este miércoles, frente a un Leganés que le dejó vivir tranquilo.
Ante los madrileños, el belga se reencontró con su hinchada. Y es que, tras jugar contra el Brujas, no pudo estar frente al Granada en el Bernabéu, rindió a un buen nivel ante el Galatasaray en Turquía y jugó contra el Mallorca en Son Moix, donde el Real Madrid cayó derrotado, por lo que casi un mes después se volvió a ver las caras con una afición que ya le ha dedicado alguna pitada y que espera ver en su figura al portero de nivel mundial que llegó del Chelsea y que, hasta el momento, ha aparecido defendido la camiseta madridista en contadas ocasiones.
El Leganés, un equipo que llegó a Chamartín colista en la clasificación y con muchos problemas, no puso en aprietos a un Courtois que fue, salvo por algún disparo lejano, un espectador más en la victoria de los blancos. Un lanzamiento de Óscar, canterano madridista, que tuvo que desviar a córner en una gran estirada y un disparo fuerte en los minutos finales que blocó con autoridad fue de lo poco del Lega. No tuvo mucho trabajo, pero pudo demostrar que lo que pasó ante el Brujas ya está olvidado y que quiere ser el gran portero que fichó el Real Madrid del Chelsea.
Las verdaderas pruebas de Courtois llegarán en los siguientes partidos. Hasta final de año el Real Madrid tiene importantes encuentros, especialmente ante el PSG en Champions y el Clásico frente al Barcelona del próximo 18 de diciembre en el Camp Nou, donde necesita la mejor versión de un Thibaut que ante el Leganés tuvo la oportunidad de recuperar unas sensaciones perdidas.
