En pleno confinamiento por el coronavirus en el Real Madrid se teletrabaja intensamente con la vista puesta en la próxima temporada. Los dirigentes del club de Concha Espina tienen varios asuntos sobre la mesa… pero un enorme grano en salva sea la parte: Gareth Bale. La entidad blanca trata de desbloquear la situación del extremo galés con vistas al próximo verano, pero el futbolista quiere marcharse libre y gratis.
Su representante, Jonathan Barnett, es un hueso duro de roer y ya ha dejado muy clara su postura al Real Madrid, tanto en público, diciendo que va a cumplir su contrato como estrategia, como en privado. «Si no es con la carta de libertad, no se mueve», ha comentado el representante a los responsables del club.
Bale, en cuarentena
Gareth Bale ya tiene cerradas las puertas de China, donde estuvo muy cerca de jugar el pasado verano. Tampoco se antoja sencilla una vuelta del Expreso de Cardiff a la Premier League, salvo que consiga marcharse gratis del Real Madrid. ¿Por qué? Porque Bale quiere seguir cobrando, al menos, esos 17 millones de euros netos que percibe en la disciplina merengue. Por eso ni en Estados Unidos hay clubes que puedan hacerse con sus servicios, ni siquiera el Inter de Miami de Beckham, porque asumir ese salario es una una utopía.
En el Santiago Bernabéu empiezan a asumir que igual deben dejar salir a Bale a coste cero. El Real Madrid es consciente de que se está devaluando aunque reconocen que, cuando está bien, es un futbolista diferencial. No es una cuestión de talento, es una cuestión de que Zidane no le quiere y sus compañeros verían con muy buenos ojos su salida. Como dijo Zizou, «si puede ser hoy, mejor que mañana».