Marco Asensio tiene que dar un paso al frente en el partido que medirá a Real Madrid y Valladolid y, quién sabe, si en la ida de los octavos de final de la Champions que enfrentará a los blancos con el Atalanta el próximo miércoles. Las molestias que sufre Benzema y que no le permitirán ser de la partida en el José Zorilla dejan muy tocado el ataque madridista, pero el balear tiene que demostrar que ya está a tope para tirar del carro cuando más falta hace.
Sin Benzema y Hazard, Asensio se queda como único primer espada en el ataque del Real Madrid. Dos de las tres patas de la HBA están en la enfermería, pero Zidane confía en que Marco dé un golpe encima de la mesa. Su rendimiento en los últimos tiempos da motivo para la esperanza, ya que esta temporada está yendo claramente de menos a más.
Comenzó con complicaciones el curso por el edema en la rodilla que sufrió durante la concentración de la selección española en septiembre. Un contratiempo que le obligó a perderse los dos primeros partidos de Liga de los blancos. Pero después ha ido poco a poco creciendo en físico y confianza hasta que con el final de 2020 y el comienzo de este año está empezando a demostrar su mejor versión. No obstante, dentro del club siguen esperando que dé un poquito más, ya que nadie duda de que atesora mucha calidad y que está llamado a ser uno de los referentes de la entidad madridista en el futuro.
Asensio tendrá una gran dosis de responsabilidad ante el Valladolid. El Real Madrid no puede perder si quiere seguir peleando la Liga y las circunstancias no son las mejores, ya que los de Zidane tienen nueve hombres en la enfermería. Por lo tanto, todos los ojos le apuntarán. Muchas de las opciones de victoria de los blancos pasan por sus botas, que encadena tres partidos sin hacer gol y en Pucela tratará de acabar con esta sequía.
La Rosaleda marcó la diferencia
El salto de Asensio tras la lesión de rodilla que sufrió hace dos veranos y que le dejó casi una temporada en el dique seco llegó en las semifinales de la supercopa de España que midió al Real Madrid con el Athletic en La Rosaleda. Los blancos perdieron aquel partido, pero Marco fue el mejor. Por primera vez tras muchos meses se puso el traje de líder, ese que le sienta tan bien y que tendrá que volver a lucir ante el Valladolid, para buscar una remontada que no llegó por pura mala suerte.
En el primer tiempo estuvo en ataque como el resto del equipo, demasiado desconectado, pero tras el paso por los vestuarios todo cambió. Cuando los blancos tocaron arrebato y trataron de dar la vuelta a la semifinal comenzó a demostrar su calidad. Dos latigazos en el minuto 62 y otro en el 69 que se estrellaron en el palo merecieron mejor suerte para un jugador que se remangó, tiró del carro y lo dio todo para buscar una victoria que nunca llegó.
Marzo, mes clave
Asensio quiere ser importante cuando llega marzo, un mes clave para él. La selección española vuelve a escena y quiere ser protagonista. Tras regresar al combinado que dirige Luis Enrique en la última citación por la lesión de Ansu Fati, lo normal si mantiene su nivel es que en esta ocasión el asturiano le cite en un primer momento para una lista capital, ya que será la última antes de conocer a los hombres que defenderán al país en la Eurocopa.
Hay que recordar que Luis Enrique, que presenció el encuentro de La Rosaleda en directo, abandonó el palco del estadio malacitano muy contento con lo que vio del mallorquín. Lo que ha podido observar en las siguientes semanas tampoco ha defraudado a un seleccionador que siempre ha tenido muy claro que es un enamorado del juego del madridista.