Sergio Arribas y Carlos Dotor viajan a San Sebastián este martes con el primer equipo del Real Madrid con la ilusión de tener minutos frente a la Real Sociedad si Ancelotti lo desea oportuno, pero plenamente concentrados en su objetivo de esta temporada: el ascenso con el Castilla. El club blanco disputa la jornada 33 de la Liga Santander a solamente cuatro días de disputar la final de la Copa del Rey en Sevilla.
Los dos canteranos, madrileños ambos, coincidieron por primera vez juntos con 14 años en el Cadete B del Real Madrid. Desde entonces son amigos, uña y carne, y dos pilares fundamentales del Real Madrid Castilla de Raúl González. El 8 complementa al 10 y el 10 complementa al 8. Dos futbolistas geniales que se conocen perfectamente dentro del campo y fuera de él.
Dotor y Arribas, juntos, han ido escalando categoría a categoría dentro del Real Madrid, llegando a conseguir títulos inolvidables como aquella primera Youth League en la historia del club blanco. Ahora, el siguiente objetivo es ascender a Segunda División juntos con el primer filial madridista.
Ambos son del año 2001, Dotor tiene ya los 22 años y Arribas los cumplirá a finales de septiembre. Los dos están muy ilusionados y concentrados en lo que viene. Tienen los cinco sentidos puestos en el Castilla y no piensan en nada más, quieren disfrutar del bonito final de temporada que se avecina.
Dos futbolistas capitales
El pasado domingo en Talavera, el Real Madrid Castilla logró una victoria espectacular por 2-7 con dos tantos de Carlos Dotor y tres goles de Sergio Arribas. Los dos son capitales en este Castilla y su importancia en el equipo dirigido por Raúl coge más fuerza si cabe en este tramo final de temporada.
Solamente restan cuatro finales en Primera Federación y el Real Madrid Castilla es segundo a solamente un punto del ascenso directo, que lo marca el Alcorcón. Pero en Talavera también hubo sustos, como el que se llevó Dotor tras una entrada terrorífica. Por suerte, el futbolista madrileño tiene una gran capacidad para soportar el dolor y un día después de la jugada se encontraba bien. «Me daba miedo mirarme la pierna», declaraba el propio canterano en Valdebebas 24 horas después del susto.
Sin pensar en el futuro
Antes de viajar a San Sebastián con el primer equipo, Arribas y Dotor pasaron el lunes juntos desconectando en el Mutua Madrid Open y disfrutando del tenis. Llevan mucho vivido juntos y poder tener minutos con el primer equipo juntos sería increíble para ambos. Para cualquier canterano es un privilegio poder tener minutos con los mayores. Un minuto es un regalo. Arribas y Dotor están centrados en el Castilla, pero son jugadores de club, y si la entidad los necesita para el primer equipo ahí estarán respondiendo con sus mejores capacidades.
Un futbolista tiene que aprender a ser bueno dentro y fuera del campo. En el caso de Arribas y Dotor se cumple. Son chicos excepcionales y con un entorno que favorece todo esto. Son jugadores capitales en el primer filial blanco, futbolistas de club y es evidente que están llamados a jugar en Primera División en un futuro cercano. Pero no piensan a día de hoy en el futuro. Los dos canteranos madridistas están centrados en intentar ascender con el Castilla de Raúl a Segunda División y tienen sus cinco sentidos puestos en ese objetivo.
