No es la primera crisis que tiene que capear Zidane y, posiblemente, no será la última. Será porque la cabeza lo es lo único que tiene pelao el técnico del Real Madrid pero Zizou rara vez se inmuta. A veces se enfada, sí, pero suele arreglar los líos con una naturalidad y una sonrisa que ejercen de escudo contra las críticas. Tras las debacles ante el Cádiz y el Shakhtar a su equipo le viene el Clásico, nada más y nada menos, y Zidane ya tiene decidida la alineación del Real Madrid que se medirá este sábado al Barcelona en el Camp Nou y a la hora de la sobremesa (16.00 para los despistados).
Habrá cambios en la alineación del Real Madrid que salte este sábado a ese Camp Nou vacío y sin esteladas, empezando por un sistema nuevo. Vuelta al 4-4-2 de Cardiff con los cuatro centrocampistas, el mismo esquema de juego que presentó Zidane en el Camp Nou en el Clásico de la pasada temporada. Por cierto, 0-0 y con dos penaltis de Lenglet a Varane que se fueron al limbo VAR mediante. Con respecto a hace un año tres cambios obligados: Nacho por Carvajal (lesión), Modric por Isco (desazón) y Vinicius por Bale (cesión). Normal en un Madrid que sólo se ha reforzado con Ödegaard, también de baja médica.
Bajo los palos la alineación del Real Madrid volverá a empezar por Courtois, el mejor futbolista de este equipo a pesar de que no estuviera ni fino ni seguro en el partido ante el Shakhtar. El meta belga es el Pichichi de este Madrid sin gol.
Vuelve el Gran Capitán
Le escoltarán, esperemos que con más éxito que en capítulo precedentes, una defensa de cuatro en la alineación del Real Madrid integrada por Nacho y Mendy en los laterales, Varane y Sergio Ramos en el centro. Las nefastas actuaciones de Marcelo en los dos últimos partidos le condenan al banquillo, del que nunca debió salir Militao. Gran noticia el regreso del capitán Ramos al eje de la zaga blanca.
El cambio de sistema anteriormente relatado se producirá en el centro del campo donde Valverde se unirá al trío Casemiro, Kroos, Modric. Lo normal es que el alemán y el uruguayo ocupen los interiores y que sea Modric el que quede más adelantado para acercarle al área, reducirle kilómetros de trabajo y utilizar su inteligencia para el robo de balones en la presión alta.
Arriba la alineación del Real Madrid sólo tiene sitio para uno, ya que Benzema es inamovible por mucho que el otro día descansara medio tiempo ante el Shakhtar. Esta vez será Vinicius quien se lleve la camiseta de titular en ese pulso que mantiene con los Rodrygo, Jovic, Isco o Asensio por ser el menos malo de los acompañantes que se le pueden buscar a Karim. El brasileño, con su saco de defectos, es el único jugador del Real Madrid que a día de hoy puede regatear un cono sin chocarse ni caer al suelo. De su puntería dependerá gran parte del éxito (o de fracaso) del equipo blanco en el Camp Nou.
